Así lo informó hoy el presidente de la Asociación Alemana del Automóvil (VDA), Matthias Wissmann, quien indicó que dentro de Alemania se cuenta con la producción de 5.4 millones de automóviles, 4.15 millones de los cuales se destinarán a la exportación.
En todo el mundo, según los pronósticos de VDA, se venderán 70 millones de automóviles en 2013, 2 millones más que en este año.
Wissmann subrayo que, pese a los problemas que existen en Europa, si se observa el mercado mundial puede decirse que el balance de 2012 es positivo.
"Fuera de Europa Occidental tenemos una coyuntura dinámica en el sector del automóvil en la que los fabricantes alemanes tienen una participación importante", dijo Wismann.
En total, el mercado creció en 2012 un 4 por ciento. Ese crecimiento fue impulsado ante todo por China, con un crecimiento del 8.0 por ciento, y por Estados Unidos, con un aumento del 12 por ciento.
Esto favorece a los productores alemanes que tienen una presencia importante en esos mercados.
En China los productores alemanes tienen una cuota de mercado del 22 por ciento en Estados Unidos la presencia alemana crece más rápidamente que el mercado. Mientras la venta de vehículos ligeros alemanes en Estados Unidos creció en noviembre un 28 por ciento, el mercado creció un 15 por ciento.
Sin embargo, aquellos productores que están concentrados en Europa tienen problemas. En 2012, el mercado europeo occidental ha sufrido, según Wismann, una contracción del 9.0 por ciento, lo que representa un millón menos de autos vendidos que el año anterior.
Esta caída continúa una tendencia que se observa desde 2009 cuando se vendieron 2 millones de autos más que en este año.
La situación, según Wissmann, es especialmente dramática en Italia, España y Francia. En España se espera, según Wissmann, que el año se cierre con 700,000 nuevos coches registrados, lo que representa una caída de un millón de coches con respecto a 2007 y en los otros tres países la tendencia es similar.
El mercado interno alemán también cerrara el año a la baja aunque, según Wismann, la caída será moderada y estará en torno al 2.0 por ciento para llegar a 3.1 millones de nuevos coches registrados.
Wismann señaló que, aunque en comparación con el resto de Europa Occidental, las cifras alemanes son estables el sector no puede estar satisfecho con ellas pues los datos básicos de la económica no justifican la falta de dinámica.
La razón, según Wissmann, puede estar en la inseguridad de los consumidores que hace que las cifras de nuevos coches registrados haya bajado continuamente desde hace tres años.
Esa inseguridad, según Wissmann, es el resultado de la crisis de la deuda que ha dominado la discusión pública en los últimos años afectando el ánimo de los consumidores.
"Quien día tras día se confronta desde el desayuno con la discusión acerca de si uno u otro país de la zona del euro va a poder pagar sus deudas y sobre el costo que van a tener las medidas de rescate para el contribuyente alemán, no va por la tarde lleno de alegría a comprar un coche nuevo", dijo Wissmann.
Otro freno a la demanda ha sido, según Wissmann, la evolución de los precios de la gasolina.