Romero-Haupold ha anunciado hoy su decisión ante la convocatoria de elecciones en Faconauto el próximo 19 de septiembre, para la que ya hay presentada una candidatura de la Asociación de Concesionarios de Renault.
El presidente de Faconauto ha dicho en un encuentro con los medios que se va con la espina de no haber logrado una Ley de Distribución que regule los contratos de distribución con los fabricantes.
Igualmente, Romero-Haupold ha realizado un llamamiento a la unión de todas las organizaciones del sector para plantear una postura común ante la administración pública y lograr la puesta en marcha de una serie de medidas que reanimen el mercado interno como una de las garantías para hacer viables las fábricas españolas de automóviles y la industria auxiliar de componentes.
Sobre la Ley de Distribución, Antonio Romero-Haupold ha asegurado tener "clavado" el no haber logrado la Ley, suspendida después de haber sido aprobada y posteriormente comprometido por el Gobierno anterior la redacción de un nuevo texto en el plazo de seis meses.
La suspensión de la Ley de Distribución se debió a la presión de los fabricantes, una tónica que Faconauto no ha podido romper a pesar de su fuerza en el Congreso de los Diputados, que no ha tenido en el gobierno, ha asegurado.
Romero-Haupold ha lanzado una crítica al actual gobierno, que se había comprometido a la liberalización de las ITV y a la puesta en marcha de un plan de ayudas para reactivar el mercado, entre otras medidas, y no ha actuado hasta el momento.
También ha dirigido una crítica al ministro de Industria, José Manuel Soria, por hablar de un plan Renove para 2013 y desdecirse después, lo que ha calificado de "zetapeada", porque hace cuatro años el entonces presidente del gobierno, Rodríguez Zapatero, hizo algo parecido.
Romero Haupold se ha lamentado de que este gobierno esté abducido por las multinacionales del automóvil y no preste atención a las pequeñas y medias empresas del sector, lo cual es un error que terminará por destruir la economía española.
Falta un modelo de política económica industrial a corto, medio y largo plazo, para el sector del automóvil y un organismos que pueda coordinar el trabajo del gobierno en relación con el automóvil, en su opinión.
Si el mercado no garantiza un 25 por ciento de la producción de la fábricas españolas, éstas corren peligro, ha asegurado el presidente de Faconauto.