El documento sostiene que la economía mexicana comenzó a crecer de nuevo en el último trimestre del pasado año y mantendrá el ritmo de aumento en los próximos meses.
Sin embargo, la entidad considera que el país no alcanzará su nivel previo a la crisis hasta mediados del próximo año, tras crecer alrededor de un 4 por ciento en 2010 y 2011.
El BBVA augura a México "un camino por recorrer más largo y con un perfil de subida menos empinado que el del ajuste previo, pero consistente, con el que tomará la actividad en los países más desarrollados y en particular Estados Unidos".
Será la demanda externa el principal impulso de la economía mexicana, que exporta un tercio de su PIB.
Por ello, el BBVA considera que la demanda externa será mucho más determinante para México que para otras economías.
En cuanto su vecino y principal socio comercial, Estados Unidos, el informe vaticina que le irá "relativamente mejor" que al resto de economías desarrolladas.
El documento considera que la economía mexicana "ha confrontado el adverso panorama global con el soporte de una necesidad de financiación externa reducida", con un sistema bancario sólido y con unas perspectivas de inflación estables.
Para los tipos de cambio y de interés, el informe prevé un periodo de transición hacia sus valores de equilibrio.
Así, estima que el tipo de cambio debería continuar su tendencia de apreciación, incluso si el Banco de México adopta acciones dirigidas a elevar las reservas en dólares.
Para los tipos a corto plazo, la entidad cree que se mantendrán en el 4.5 por ciento a lo largo del año, mientras que el rendimiento de la deuda pública "debería seguir cayendo".
En cuanto a los tipos a largo plazo, opina que su margen de bajada en 2010 "existe aunque es limitado, hasta niveles próximos a 7.5 por ciento en el bono a diez años".