Tenemos que volver a resultados de explotación de circunstancias normales en unas condiciones de mercado muy difíciles. Esperamos que en 2010 se venderán en Europa occidental mil 500 millones de unidades menos que en el débil 2009. Hay que moverse rápido", sostuvo Reilly en un mensaje a los trabajadores.
En su misiva, difundida por Opel a los medios de comunicación, Reilly afirmó que además de buenos productos, es necesario contar con una buena imagen y esto depende de diversos factores.
"Primero, necesitamos una fuerza laboral que trabaje como un equipo y con muy alto grado de motivación", subrayó Reilly para reconocer luego que este aspecto resultó afectado, entre otros, por a incertidumbre de los últimos doce meses.
Respecto a trabajar como un equipo, Reilly expresó su respeto a los sindicatos de Opel y al consejo sindical europeo.
"Respecto plenamente el papel de un sindicato responsable y a sus líderes y creo que los sindicatos desempeñan un papel necesario en un compañía grande" pues "sin el contrapeso de una voz sindical, hay riesgo serio de gestión irresponsable y abusiva".
Agregó que "la clave es el respeto mutuo y la búsqueda común de fines exitosos, con un diálogo abierto y adoptando acciones responsables que mantengan la compañía en el senda del crecimiento".
Reilly se refirió a las relaciones con General Motors para expresar su desacuerdo con quienes culpan a la matriz de todos los males de Opel.
"Esto es una excusa para eximirnos de la responsabilidad que nos toca", afirmó Reilly, para quien formar parte de la familia de GM puede acarrear grandes ventajas, incluido el acceso permanente y fluido a la tecnología punta.