La fuerte actividad que caracteriza al sector automotriz, tanto en el mercado interno como en el de exportación, subraya la necesidad de implementar sistemas de suministro eléctrico que aseguren su continuidad operativa sin interrupciones, al tiempo que velen por la sostenibilidad ambiental.
México es el séptimo productor de vehículos ligeros y el primero en Latinoamérica. Esto significa que, de cada 100 vehículos producidos en el mundo, 3.9 fueron ensamblados en México, de acuerdo con la Industria Nacional de Autopartes (INA)[1].
Mientras tanto, en febrero de 2024, la misma organización reportó que la producción de autopartes superó los 10,300 MDD, un crecimiento del 13,15% respecto al mismo mes del año anterior. Además, es el principal proveedor de autopartes a Estados Unidos[2].
Bajo este escenario, los Sistemas de Almacenamiento de Energía (BESS, por sus siglas en inglés) son una alternativa para fabricantes de autopartes y de vehículos, pues se alimentan de energía menos contaminante y pueden garantizar su puesta en marcha cuando ocurren cortes de energía.
“El uso de electricidad limpia en las fábricas automotrices las hace más atractivas para la inversión nacional y extranjera porque refuerza su compromiso con la sostenibilidad. Aprovechar el almacenamiento garantiza el acceso a energía, incluso ante fallas en la red eléctrica tradicional”, afirmó Santiago Villagómez, CEO de Energía Real, empresa mexicana líder en el sector.
Para funcionar, las baterías se conectan en sitio a la infraestructura tradicional de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Una vez instaladas, se recargan cuando la energía es más barata y abastecen la electricidad almacenada en el horario más caro.
En otras palabras, los sistemas BESS se cargan cuando la red eléctrica convencional es menos contaminante (en horarios de baja demanda), favoreciendo así la descarbonización de los negocios.
Mainsteel (diseñadora y manufacturera de partes metálicas automotrices), Novares (fabricante de autopartes plásticas) y Solinda (creadora de dispositivos especializados para inspección de calidad), son algunas de las empresas de la rama automotriz que han implementado este modelo.
El sector automotriz es responsable del 9% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), de acuerdo con un informe de Greenpeace[3]. Por ello, las baterías son una alternativa ecológica a las plantas de luz, que suelen operar con gasolina; además, protegen la maquinaria industrial de los daños causados por los apagones.
Al respecto, Villagómez agregó: “Los sistemas BESS se activan en 200 milisegundos cuando detectan oscilaciones en el voltaje o interrupciones en el suministro de la CFE; de esta manera, evitan las mermas en la producción por alteraciones de voltaje. Esto prolonga la vida del mobiliario de las empresas y les evita gastos por mantenimiento”.
Energía Real desplazó 20,173 toneladas de CO 2 durante 2022 y 2023 gracias a su modelo Energy as a Service (EaaS), que incluye paneles solares y Sistemas BESS, de acuerdo con su reporte ESG[4].
[1] https://ina.com.mx/wp-content/uploads/2022/07/Folleto-INA.pdf
2 https://ina.com.mx/wp-content/uploads/2024/05/Comunicado-de-Prensa-Conferencia-mayo.pdf