Más allá de situaciones inesperadas, como las pandemias o las guerras, lo cierto es que al desarrollo del comercio mundial de productos se le califica positivamente por organismos especializados1, ya que en los tres primeros meses de 2023 la venta de mercancías creció 1.9% respecto al último trimestre de 2022, y llegó a 100,000 millones de dólares, en tanto que el comercio mundial de servicios subió a 50,000 millones de dólares, 2.8% más que en el lapso anterior.
Desde luego, puede haber factores que afecten el movimiento de los mercados, pero lo cierto es que, en el mundo, los compradores, sean individuos u organizaciones, están en búsqueda de los mejores servicios de transporte, almacenamiento, gestión de inventario y otras actividades vinculadas con la logística para cumplir sus exigencias comerciales y personales.
Considerándolo de otra forma, los clientes B2C y B2B tienen diferentes necesidades y requisitos. Solo por citar un ejemplo, una panadería puede requerir que sus insumos lleguen a tiempo, pero puede ser que lo necesiten para gestionar adecuadamente su inventario, o bien, para empezar temprano la producción. Habrá quien piense que la prioridad es reducir los costos de envío o quien se preocupe más por hacer devoluciones sin grandes dificultades.
Por ello, es tan valioso que los operadores de servicios de logística, más allá de atender las necesidades actuales de sus clientes, deben adelantarse incluso a lo que pudieran solicitarles, por lo que deben estar atentos a los avances, buenas prácticas y cambios globales, relacionados con su especialidad, que pueden surgir en cualquier momento.
La atención al entorno es trascendental, por eso deben observar factores como los desarrollos tecnológicos y las demandas de conservación del medio ambiente, que pueden ser definitorios como para que el negocio logístico se mantenga competitivo y en el mercado, al mismo tiempo de ser flexible para adaptarse a las exigencias, nuevos procesos y estrategias.
Debido al crecimiento del comercio electrónico, que en el sector minorista nacional aumentó en 23% durante el 2022, para alcanzar un valor de 528,000 millones de pesos1, el sector logístico ha debido ajustarse y transformarse para cumplir con las exigencias globales, ofreciendo servicios eficientes y ajustando costos, y un elemento que pueden aprovechar es la automatización, que elimina una gran parte de los procesos manuales.
Uno de los ejemplos más ilustrativos de mejora en logística, aunque ya se ha vuelto común, es el levantamiento y movimiento manual de cargas pesadas, que representaba un problema para los gerentes de operaciones en logística. Debido a ello, las empresas empezaron a invertir en procesos semiautomáticos de elevación para reducir el riesgo y mejorar la eficiencia, y para que los operadores muevan cada vez con mayor precisión y velocidad los objetos de varias dimensiones y pesos, a la vez que reducen el riesgo de lesionarse.
Por otro lado, en la búsqueda de disminuir la contaminación al medio ambiente, sin perder su eficiencia operativa, los gerentes de logística se han comprometido a reducir las emisiones de gases, conservar los recursos e implementar políticas de gestión de residuos, a la vez de mantener la satisfacción de los clientes.
En este caso, por citar un ejemplo, para reducir el efecto al ambiente por el uso del transporte, se ha buscado utilizar combustibles alternativos como biodiesel, vehículos eléctricos y de hidrógeno. Igualmente, para disminuir el efecto ambiental de las operaciones de almacenamiento, carga y descarga, se pueden diseñar instalaciones de eficiencia energética, reciclando e implementando iniciativas de reducción de basura y técnicas de embalaje sostenibles.
Hay más ejemplos de prácticas y procesos que están cambiando y mejorando los resultados en las operaciones logísticas, muchas de las cuales se presentarán durante la próxima edición de LOGEX, en donde participarán profesionales de la logística para compartir información y consolidar relaciones de negocios. Pronto se darán cita.