El bioetanol es el de mayor uso como mezcla oxigenante para mejorar la calidad de las gasolinas. Éste es un producto cuyo proceso de fabricación proviene de plantas como la caña de azúcar y granos como el sorgo y el maíz; por consiguiente, desde su origen es un compuesto que contribuye a reducir las emisiones de CO2.
Por sus características, este compuesto se considera como parte de la solución para disminuir la dependencia en los combustibles fósiles, reducir precios de gasolinas, crear empleos domésticos, impulsar la economía agrícola y limpiar el medio ambiente.
En América Latina, países como Colombia, Chile, Argentina, Bolivia y Costa Rica, ya tienen políticas que fijan de forma obligatoria el uso de gasolinas con mezclas de 10% de etanol como oxigenante e incluso a porcentajes mayores como en Brasil que se usa el 27% de mezcla.
A pesar de los grandes beneficios que brinda el etanol, al ser un compuesto relativamente nuevo para todos, han surgido mitos que se convirtieron en enemigos de este oxigenante amigable con nuestro planeta. Hoy desmentimos algunos de los mitos que seguramente has escuchado:
"Mezclar la gasolina con etanol contamina más al medio ambiente". Esto es completamente falso, ya que la Asociación Americana de Salud Pulmonar, apoya medidas para reducir las emisiones contaminantes provenientes del sector transporte mediante biocombustibles renovables bajos en carbono que brinden los mayores beneficios netos en la calidad del aire y salud pública, como es el caso de mezclas con etanol al 10% o E10.
"Son más caras las gasolinas mezcladas con etanol". Un error es creer que las gasolinas mezcladas con etanol tienen precios más altos que las convencionales, ya que de acuerdo con datos brindados por economistas de grandes universidades y empresas refinadoras, en promedio llegan a ser hasta $2 pesos por litro más baratas.
"Ponerle a mi auto una gasolina diferente como las mezcladas con etanol le dañará el motor". Las gasolinas mezcladas con etanol no sólo tienen un mejor octanaje, también permiten una mejor combustión en vehículos motorizados y están aprobadas por los principales fabricantes de automóviles del mundo para usarse en los vehículos, principalmente con mezcla de etanol al 10% (E10).
"Las gasolinas mezcladas no benefician al campo mexicano". Al contrario, debido a que compuestos como el etanol provienen de productos que se siembran en territorio mexicano, como la caña de azúcar y el sorgo, su producción generaría empleos, desarrollo económico, una nueva industria en la cual se podrían procesar los excedentes de caña de azúcar para cubrir 20% de la demanda nacional del biocombustible.
"Producir estos compuestos podría afectar a la industria alimentaria en México y ser muy caro para las estaciones de servicio". La producción de etanol en México no tiene impacto en la industria alimentaria, ya que su producción en el país se basaría en caña de azúcar y sorgo dulce.