Los ingresos de la compañía de San Francisco (California, EE.UU.) subieron un 32 % internanual, al pasar de los 5.161 millones entre enero y junio de 2020 a los 6.832 millones actuales.
Por su parte, los accionistas de la empresa se embolsaron 56 centavos por título, frente a los 2.72 dólares perdidos en el primer semestre del ejercicio pasado.
Que la empresa haya logrado un cambio tan drástico de tendencia se debe no sólo al aumento de la facturación, sino también a los ingresos extraordinarios de la venta de su unidad de vehículos autónomos conocida como Advanced Technologies Group (ATG) a Aurora.
Durante el pasado semestre, esta operación reportó más de 3,600 millones adicionales a Uber.
La venta de ATG podría seguir ayudando a las finanzas de la compañía en los próximos meses, puesto que los analistas estimaron que la operación se habría cerrado por unos 4.000 millones de dólares, de manera que Aurora todavía debería desembolsar algo más de dinero en los próximos tiempos.
Al margen de ATG, los resultados de hoy permitieron observar cómo la empresa se está beneficiando enormemente del fin de las restricciones a la movilidad impuestas por la Covid-19 en varias partes del mundo.
Así, durante los últimos meses, la cifra de trayectos contratados con Uber en todo el mundo se ha disparado un 184 por ciento interanual, y los ingresos de la compañía por este concepto, un 106 por ciento.
El negocio de transporte a personas de Uber había sido tradicionalmente la principal fuente de facturación de la compañía, pero con el estallido de la pandemia, este se hundió y se vio superado por el segmento de entrega de comida a domicilio.
En paralelo a la recuperación de la movilidad, los negocios de entrega de comida (Uber Eats) y de paquetería (Uber Freight) han seguido creciendo un 85 y un 64 por ciento respectivamente, lo que todavía contribuye más a mejorar las cifras totales de la compañía.
Las buenas cuentas presentadas por Uber, sin embargo, no convencieron a los inversores en Wall Street, y las acciones de la firma se dejaban un 6.72 por ciento hasta los 39 dólares por título en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los parqués neoyorquinos.