No obstante, el aumento en la producción es notablemente mayor en la comparación frente a mayo de 2020 (347.6 por ciento), cuando la mayoría de las fábricas estaban paralizadas debido a las medidas de restricción impuestas en los primeros meses de la pandemia.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), el nivel de producción se ha mantenido entre los 190,000 y 200,
000 desde comienzos de enero, lo que revela una especie de "techo técnico" provocado a la falta de material para la fabricación de los vehículos, camiones y autobuses.
"Ese problema, que debe extenderse hasta los primeros meses de 2022, es responsable por las paralizaciones temporales de parte de nuestras fábricas, algunos por periodos cortos, otros más largos", resaltó el presidente de Anfavea, Carlos Moraes, citado en un comunicado.
Moraes señaló que la escasez de semiconductores afecta a varios sectores industriales, pero principalmente al automotor, ya que un único vehículo puede tener hasta 600 semiconductores en sus sistemas electrónicos.
"Estados Unidos y países de Europa captaron la señal de alerta y ya están desarrollando políticas industriales en el sentido de producir localmente esos componentes electrónicos", agregó.
Entre enero y mayo, el país fabricó 981,500 vehículos, un 55.6 por ciento más respecto a los primeros cinco meses de 2020.
Pese los desafíos en la producción, Brasil vendió 188,700 vehículos en mayo, un aumento del 7.7 por ciento frente a abril y un alza del 203.4 por ciento respecto al quinto mes de 2020.
En el acumulado del año, las ventas saltaron un 31.9 por ciento, con un total de 891,700 unidades comercializadas.
De acuerdo con Anfavea, Brasil envió al exterior 37,000 unidades en mayo, un alza del 9.1 por ciento frente a abril y del 855.4 por ciento frente a mayo de 2020.
Entre enero y mayo se exportaron 166,600 vehículos, un 66.5 por ciento más frente a los primeros cinco meses de 2020.