MAN ha informado este martes de que están a disposición la fábrica sajona en Plauen, con unos 150 empleados, y la austríaca de Steyr, con 2,200 empleados, donde se estudian todas las opciones, también "la venta y el cierre".
La compañía dijo en septiembre que quería recortar hasta 9,500 empleos sobre todo en Alemania y Austria, aunque también en otras partes del mundo, para mejorar el resultado en 1,800 millones de euros (2,189 millones de dólares al cambio actual) hasta 2023.
MAN pertenece al grupo Traton, en el que también están integrados el fabricante de camiones sueco Scania y el brasileño Volkswagen Caminhões e Ônibus, y que es del grupo Volkswagen.
El consejero delegado de MAN Truck & Bus, Andreas Tostmann, se mostró satisfecho con los resultados, que "ofrecen la posibilidad de que MAN sea económicamente robusto, innovador y que tenga futuro" al invertir en áreas como la digitalización, los sistemas de propulsión alternativos, la automatización y la cualificación de los empleados.
MAN Truck & Bus debe generar unos 450 millones de euros anuales para poder invertir en nuevas tecnologías.
Para ello va a reducir costes de material en unos 700 millones de euros (851 millones de dólares) y gastos generales y de personal en unos 550 millones de euros (669 millones de dólares).
La reducción de 3,500 puestos de trabajo incluye empleos fijos y contratados temporales y subcontratados, pero se va a implementar mediante acuerdos de jubilaciones anticipadas, al no renovar los contratos temporales, reducir los trabajadores subcontratados y con indemnizaciones por despido.
MAN también va a ofrecer a algunos empleados trasladarse a otras compañías del grupo Volkswagen.
La fábrica de Wittlich, en Renania Palatinado, se va a hacer más pequeña.