El pedido se reparte entre unas 600 eVito (modelo que se fabrica en la planta de Mercedes-Benz en Vitoria) de tamaño medio y más de 1,200 unidades de la eSprinter en carrocería grande, que estarán operativas durante este año.
En el caso de España, ya hay comprometidas 140 eVito, una flota que está prevista que se amplíe a lo largo de 2021, según ha informado Mercedes-Benz.
La Mercedes-Benz eSprinter, con un peso máximo permitido de 3,500 kilogramos en su versión de techo elevado, tiene una potencia máxima de 85 kW y un par de hasta 295 Nm, y se puede elegir con dos capacidades de batería, en función de si se prioriza una mayor autonomía o una mayor carga útil.
En el caso de los vehículos producidos para Amazon son con la batería más grande, la de 47 kWh de carga útil, con la que pueden recorrer hasta 168 km. Estos vehículos en un cargador rápido se pueden recargar del 10 al 80 por ciento en aproximadamente 25 minutos.
La Mercedes-Benz eVito, también de 85 kW y un par de 295 Nm, está más enfocada al reparto urbano sin emisiones de última milla gracias a una capacidad útil de la batería es de 35 kWh (41 kWh total), lo que asegura una autonomía de 150 a 184 kilómetros tras seis horas de carga.
El fabricante de vehículos de la estrella y la empresa de norteamericana de Jezz Bezos colaboran en Alemania desde 2018 en el campo de la movilidad eléctrica
La división de furgonetas Mercedes-Benz Vans junto a varios de sus socios llevan desde ese año montando una infraestructura de recarga eléctrica para Amazon Logistics Alemania, que en la ciudad germana de Essen, en su estación de entregas, dispone de 340 puntos de recarga, lo que la convierte en la más grande de Europa.
Con este acuerdo se impulsa en las ciudades la electrificación de la distribución de la "última milla", lo que supone reducir las emisiones en las áreas urbanas en los servicios de mensajería y paquetería (CEP), según la marca alemana.
Mercedes-Benz además forma parte del "The Climate Pledge", una iniciativa de Amazon y Global Optimism para la consecución de los objetivos del Acuerdo de París diez años antes de lo previsto, es decir, en 2040.
Las empresas firmantes se comprometen a medir e informar sobre las emisiones de gases de efecto invernadero de forma regular, a implementar estrategias de descarbonización en línea con el Acuerdo de París y a tomar medidas para neutralizar las emisiones restantes con compensaciones adicionales parar lograr cero emisiones netas de carbono anuales para 2040.