La interrupción arbitraria del paso del ferrocarril de carga y del autotransporte ha derivado en una crisis logística que se comienza a manifestar en el desabasto de productos necesarios para los consumidores, para los procesos productivos y para el comercio exterior, debido al corte del flujo de mercancías a través de los cruces fronterizos de Nogales y Mexicali.
Las pérdidas estimadas, a más de 11 días de bloqueo, son de más de 75 millones de pesos y aumentan hora tras hora, con la detención de casi tres mil carros de ferrocarril y 170,000 toneladas de carga que es indispensable para las industrias automotriz, cementera, acerera, minera y para la producción agrícola, entre otras actividades fundamentales para Sonora y para México.
En momentos en que todos estamos llamados a un esfuerzo adicional para favorecer la recuperación económica por la pandemia de COVID-19, esta injustificada interrupción de las cadenas logísticas agrava la situación para la economía nacional y la de las familias mexicanas, además de que daña de forma directa a las exportaciones e importaciones hoy tan importantes para el país.
Entendemos la complejidad de la problemática que los manifestantes plantean y la necesidad de que haya mesas de trabajo con las autoridades de distintos niveles para construir soluciones adecuadas, sin afectar a terceros. Sin embargo, este bloqueo daña a industrias y personas que no tienen relación con dichas demandas, violenta la ley, coarta las libertades, daña la certeza jurídica indispensable para cualquier actividad económica y antepone el interés de algunos al bienestar de todos.
Refrendamos nuestro respaldo a las acciones que el gobierno de Sonora, con apego a la legalidad y en coordinación con las autoridades federales, lleve a cabo para dar solución política al conflicto y restaurar cuanto antes la libertad de tránsito en la zona colapsada.
Por su parte la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin) hace un llamado a las autoridades correspondientes y a los manifestantes a entablar un diálogo constructivo y logren un acuerdo que restablezca el flujo de mercancías, pues de otra manera se está dañando a la industria nacional y a la sociedad que necesita de esos productos para su supervivencia.
"Debemos privilegiar el diálogo, y hacemos este llamado a que los manifestantes encuentren un mecanismo de presión diferente sin estar afectando al aparato productivo que además impacta a la sociedad de la región, los empleos y en general la imagen de la entidad", comentó Francisco Cervantes Díaz, presidente de Concamin.