En febrero, el número de automóviles, comerciales ligeros, camiones y autobuses nuevos vendidos en el país fue de 200,987, lo que supone un aumento del 3.89 por ciento frente a enero y del 1.18 por ciento en la comparación con el mismo mes de 2019, según la Federación Nacional de Distribución de Vehículos Automotores (Fenabrave).
El buen resultado de febrero responde, en parte, al mayor número de matriculaciones durante este mes para adoptar la nueva placa única del Mercosur, bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Según el diario Valor Económico, en enero hubo escasez de estas matrículas del Mercosur, lo que provocó que parte de los vehículos vendidos en enero solo fueron incluidos en las estadísticas de febrero.
En 2019, las ventas de vehículos nuevos en Brasil se incrementaron un 8.65 por ciento hasta 2 millones 787,855 unidades, lo que representó el tercer año seguido en positivo y el mejor dato para el sector desde 2014.
La industria automotriz, que responde por cerca del 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), fue una de las más golpeadas por la crisis económica que vivió Brasil entre 2015 y 2016 con una caída del PIB de alrededor de siete puntos porcentuales.
La mayor economía de Sudamérica aún se resiente de esa grave recesión. En los tres años siguientes, el PIB brasileño tuvo crecimientos débiles que apenas superaron el 1 por ciento.
Para 2019 se espera una expansión de en torno un 1.2 por ciento, a falta de la divulgación de los datos oficiales, prevista para este miércoles.
El gobierno brasileño proyecta una expansión del PIB del 2.40 por ciento para este año, aunque podría reducir esa previsión en los próximos meses en función de los efectos del coronavirus en las cadenas de producción internacionales y el crecimiento global.