Nacido en Cesena en 1997, Ferrari dio sus primeros pasos en categoría junior tras descubrir su pasión por el motociclismo a los 5 años, antes de ser Campeón de Europa de minimotos (2006), Campeón italiano de MiniGP 50 (2009), reinar en el Honda Trophy Extreme (2010) y cosechar éxitos en el Trofeo RS125GP del CIV (Campeonato Italiano de Velocidad) que ganó en 2011, derrotando por un estrecho margen a Federico Caricasulo. De ahí pasó a la categoría de Moto3 del CIV, ganando el título europeo.
Nacido en Cesena en 1997, Ferrari dio sus primeros pasos en categoría junior tras descubrir su pasión por el motociclismo a los 5 años, antes de ser Campeón de Europa de minimotos (2006), Campeón italiano de MiniGP 50 (2009), reinar en el Honda Trophy Extreme (2010) y cosechar éxitos en el Trofeo RS125GP del CIV (Campeonato Italiano de Velocidad) que ganó en 2011, derrotando por un estrecho margen a Federico Caricasulo. De ahí pasó a la categoría de Moto3 del CIV, ganando el título europeo.
Su talento estaba fuera de toda duda y llegó el gran momento de saltar al Campeonato del Mundo de Moto3 en 2013 de la mano del equipo San Carlo Team Italia. Pilotando primero una FTR-Honda y luego una Mahindra, Ferrari compitió durante 3 temporadas acumulando puntos y finalizando 9º como mejor resultado en Sachsenring 2014.
En 2016 daría un cambio de rumbo a su carrera al pasar a pilotar una moto de mucho mayor volumen al desembarcar en la categoría Superbike del CIV. En su primer año, Ferrari ganó una carrera y terminó 3º en la general. Por si fuera poco, en paralelo también competiría en la Copa FIM Superstock 1000 en Imola y Misano. En 2017, de hecho, repetiría la misma fórmula, con resultados similares en el Top 10.
La temporada 2018 supondría todo un punto de inflexión al dar un paso adelante y ser subcampeón del Campeonato CIV de Superbike tras lograr 2 victorias y un total de 8 podios, al margen de conquistar el triunfo en Imola en una de sus dos carreras en el STK 1000. Un escenario favorable para tener la oportunidad de desembarcar en 2019 en dos nuevos retos: el Campeonato de Europa de Moto2 del FIM CEV Repsol, donde se instalaría habitualmente en el Top 10, y la Copa del Mundo FIM Enel MotoE, en la que acabaría alzándose campeón.
Tras unos test interesantes y ser 5º en las carreras de Sachsenring y Red Bull Ring, Ferrari se disparó hacia el título con su exitoso doblete en Misano, que le permitió llegar a Valencia con una cómoda renta en cabeza de 19 puntos sobre Héctor Garzó (Tech 3 E-Racing). Mantenerse entre los más rápidos en la primera carrera y la descalificación del español le dejaron el título en bandeja. Tan solo tenía que controlar a Bradley Smith (One Energy Racing) y gestionar la ventaja de 20 puntos en la última carrera. No perdonó. Ferrari ya es historia de la Copa eléctrica y en 2020 defenderá su corona.