En 2014, Toyota fue pionera con la introducción al mercado de Mirai, la primera berlina propulsada mediante hidrógeno. Ahora, la compañía quiere llevar su avanzada tecnología de vehículos eléctricos de pila de combustible –FCEV, Fuel Cell Electric Vehicle– a un nuevo nivel gracias a la segunda generación de Toyota Mirai.
Mirai ha logrado aumentar la concienciación en todo el mundo sobre cómo conseguir una sociedad futura limpia y sostenible. Se trata de un vehículo de gran sofisticación técnica y, sin embargo, eminentemente práctico. Con una autonomía de unos 500 km, se reposta fácilmente en cuestión de minutos y sus únicas emisiones son agua. Desde su lanzamiento, se han vendido alrededor de 10,000 unidades y, paralelamente, Toyota ha respaldado activamente el desarrollo de la infraestructura de repostaje de hidrógeno en mercados clave de todo el mundo.
En el Salón del Automóvil de Tokio, Toyota ofrece un anticipo de los avances que está introduciendo en todas las facetas del nuevo Mirai, en términos de excelencia técnica, rendimiento dinámico y diseño atractivo.
El nuevo Mirai, cuyo lanzamiento está previsto para 2020, inicialmente en Japón, Norteamérica y Europa, será mucho más que un vehículo respetuoso con el medio ambiente y demostrará cómo su tecnología de FCEV es compatible con crear un vehículo de divertido de conducir y con una imagen atractiva.
La eficiencia sigue siendo un aspecto fundamental y Toyota tiene el propósito de aumentar la autonomía del Mirai un 30 por ciento mediante la introducción de mejoras en el sistema de pila de combustible y el uso de depósitos de hidrógeno de mayor capacidad.
Yoshikazu Tanaka, el nuevo ingeniero jefe de Mirai, ha explicado: “Hemos perseguido el objetivo de crear un vehículo que los clientes quieran conducir en todas las ocasiones, un vehículo con un diseño emocional y atractivo, que, además, tiene un rendimiento dinámico y una respuesta que dibuja una sonrisa en la cara del conductor. Aspiro a que los clientes digan ‘Escogí el Mirai no solo por ser un FCEV, sino porque sencillamente era el coche que quería y resultaba que era un FCEV’. Persistiremos en nuestro trabajo de desarrollo centrándonos en esa idea y, con el nuevo Mirai, esperamos liderar la búsqueda de una sociedad basada en el hidrógeno”.
El impacto inmediato del nuevo Mirai radica en su diseño exterior, con líneas bajas, proporciones elegantes, una carrocería esbelta y firme y unas grandes llantas de 20 pulgadas que, en conjunto, transmiten una imagen potente e inconfundible. El prototipo se expondrá con una nueva pintura azul desarrollada expresamente que, aplicada en varias capas, consigue un brillo y una profundidad de color excepcionales.
El interior se ha concebido como un espacio moderno y sencillo, con un ambiente cálido y acogedor, que intensifica la sensación de que se trata de un vehículo que se disfruta tanto al volante como de pasajero. Algunos de los principales elementos son una pantalla central de 12.3 pulgadas y un cuadro de instrumentos que envuelve la zona del conductor. La plataforma en que se basa y su ingenioso diseño permiten disponer de cinco plazas, en lugar de las cuatro del Mirai actual.
La libertad para desarrollar un diseño más emocional y llamativo ha sido uno de los beneficios de fabricar el nuevo Mirai sobre la más reciente plataforma modular de tracción trasera de Toyota (TNGA), concebida desde el principio para adaptarse a distintas motorizaciones, incluida la pila de combustible de hidrógeno. Además, confiere a la carrocería del nuevo Mirai un grado superior de rigidez, lo que contribuye a una mayor agilidad y respuesta, así como un centro de gravedad más bajo, que da lugar a un manejo más ligero y gratificante.
Aparte de ampliar el potencial de autonomía, las mejoras del rendimiento del sistema de pila de combustible otorgan al nuevo Mirai una respuesta más suave y lineal al arrancar y un tacto de conducción más elegante, con una aceleración del vehículo que responde a la perfección a la manipulación del pedal por parte del conductor. El manejo es ligero y sencillo en carreteras con curvas, mientras que en autopista genera una sensación excepcional de potencia a cualquier velocidad.