Andrea Allende, Juan Téllez y Leopoldo Acosta dijeron esta mañana en rueda de prensa que el próximo domingo 6 de octubre van a realizar una colecta de firmas de los habitantes para presentarlas al gobierno de la Ciudad de México y su proyecto sea considerado.
El plan desarrollado por los propios vecinos contempla un circuito con carril exclusivo de concreto hidráulico para autobuses de pasajeros, otro para uso de vehículos particulares y una ciclovía, complementados con la desaparición de topes, baches y estacionamientos al lado de las principales vías de comunicación, así como la liberación de banquetas.
Los representantes de los vecinos dijeron esta mañana en rueda de prensa que con estas adecuaciones y algunas obras más se agilizaría la transportación de las más de 350,000 personas que viven en Cuautepec, con un costo calculado en 503 millones de pesos.
La finalidad de los vecinos es evitar las afectaciones que se darán con la casi inminente construcción del Cablebús en diferentes aspectos de su vida privada, además de su patrimonio personal y comunitario. Como también, la contaminación visual y sus efectos psicosociales.
Expresaron que por su costo, por su velocidad de desplazamiento y por su capacidad de transportación, el sistema Cablebús no es apropiado para planicies, como es el caso del terreno entre la estación de Indios Verdes y Cuautepec Centro, donde existe una inclinación de alrededor de 60 metros.
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Leopoldo Acosta destacó que la separación entre estaciones (más de 2 km) deja fuera del servicio a la inmensa mayoría de la población usuaria. “Es por eso que Pavel Sosa del Órgano Regulador de Transporte haya declarado que su proyecto de 3,000 millones de pesos solo dará servicio al 11 por ciento de la población usuaria”, porque decenas de miles tienen sus actividades en la dirección Vallejo o poniente de la ciudad.
A esto se agrega el costo de mantenimiento, el subsidio del pasaje, su sensibilidad a fenómenos meteorológicos como son los vientos constantes y tormentas eléctricas en la zona, temblores y terremotos, entre otros. Sin contar que por mantenimiento puede estar parado durante un mes cada año.
Y contrario al el Proyecto Integral Ciudadano para el Bienestar de los Habitantes de Cuautepec que presentaron esta mañana, con el Cablebús no se realizará la liberación de vías actuales, ni se atenderán otros problemas intrínsecamente ligados al problema del transporte, como que las avenidas principales se convierten en grandes ríos en épocas de lluvia como la actual, que han costado grandes cantidades de recursos en daños pero, sobre todo, vidas de personas del lugar.
Andrea Allende dijo que a pesar de que a las autoridades de la Semovi y al propio Pável Sosa se les hicieron preguntas, no existen respuestas, mucho menos mesas de negociación ni soluciones reales a la problemática de la movilidad.
Por lo que exigieron mayor información de carácter técnico pero, sobre todo, una consulta seria y que cubra los requisitos necesarios de carácter legal para ser una verdadera deliberación ciudadana.
Leopoldo Acosta destacó que el Cablebús es propio para transportación en montaña, pero lo que se pretende es llevarlo a través del Valle de Cuautepec y no alcanzará a los que están al fondo, por lo que lo más redituable y rentable sería que se hiciera de la montaña hacia lo que están planteando como última estación.
El vecino que además de ser ingeniero mecánico, es psicólogo social, advirtió que habrá un impacto psicológico y social a los habitantes de las casas arriba de donde pasen las góndolas del Cablebús, día y noche, que no se ha tomado en cuenta. “Habrá un aplanamiento emocional de la gente que vive en esa franja”.
Por todo esto, Juan Téllez informó que el próximo domingo 6 de octubre se iniciará una colecta de firmas en distintos sitios de Cuautepec, cuya ubicación será dada a conocer en la página de Facebook Asamblea Cuautepec un par de días antes, con el fin de que sea la propia población la que tome una decisión y se la hagan llegar a la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum con el fin de que reconsidere su decisión y el beneficio sea para todos los habitantes de Cuautepec, a un costo seis veces menor que el estimado para sólo el 11 por ciento de la población.