La agencia oficial de estadísticas de Corea del Sur (KOSTAT) atribuyó el descenso en los precios a la caída en los valores de los productos agrícolas y la estabilización de los derivados del petróleo.
Es la primera vez desde que KOSTAT comenzó a registrar estos datos, en 1965, que hay una descenso mensual en el IPC respecto al mismo mes del año anterior.
Corea del Sur cerró 2018 con una inflación anual del 1.5 por ciento, por debajo del 2 por ciento fijado como objetivo por las autoridades de Seúl.
La curva en el nivel del IPC tuvo este año un nivel máximo del 0.7 por ciento en mayo y junio pasados, registró un aumento del 0.6 porciento en julio y en agosto el índice fue plano, para llegar en septiembre al -0.4 por ciento.
Sin embargo, si se excluyen los productos agrícolas y derivados el petróleo, la inflación subyacente tuvo un incremento interanual del 0.6 por ciento.
Esa es una de las razones por la que las autoridades creen que el descenso mensual en el IPC es algo temporal y no se mantendrá como tendencia hacia la deflación.
"Creemos que la tendencia en los precios al consumo en los últimos meses no es un síntoma de deflación", afirmó el viceministro surcoreano de Finanzas, Kim Yonk-beom, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias local Yonhap.
Uno de los elementos que influyó en el cálculo de septiembre es el impacto de la extensión de la educación gratuita a las escuelas de estudios secundarios, según la información oficial.
Además, los precios de los productos derivados del petróleo bajaron un 5.6 por ciento y los de los agrícolas descendieron un 13.8 por ciento, de acuerdo con la información de KOSTAT.
El dato anunciado hoy es clave para lo que decida el Banco de Corea (central) respecto al nivel de los tipos de interés cuando analice el asunto el próximo 16 de octubre.