Uber, que ya opera en otros lugares del país como Buenos Aires y Mendoza, desembarcó en la segunda ciudad más poblada de Argentina, donde la empresa ya contabilizó 143.000 personas registradas para viajar con la aplicación y 8,500 interesados en inscribirse como conductores.
La llegada de la compañía estadounidense generó una jornada de tensión en la ciudad, ya que taxistas y remiseros (chóferes privados) realizaron un paro en su actividad en repudio a Uber y desde el gobierno municipal adujeron que la plataforma es "ilegal" en Córdoba.
Pablo Farías, secretario de Servicios Públicos de la ciudad, detalló en diálogo con la emisora Cadena 3 que la plataforma de transporte no está ajustada a la ordenanza municipal 12,859, que regula el servicio de coches de alquiler con chófer.
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"Claramente, las únicas ofertas de transporte autorizadas en Córdoba a nivel individual son taxi y remís, que operan a través de centrales de llamadas", expresó Farías, quien se quejó de que la compañía estadounidense no realizase antes ningún planteamiento al gobierno local.
"Para nosotros (Uber) es ilegal, como es ilegal cualquier viaje que se hace a través de servicios ilegales en la ciudad, con lo cual (los automóviles) van ser motivo de secuestro", añadió el secretario.
Mientras tanto, la empresa de transporte expresó en un comunicado que su misión es ofrecer a los cordobeses "una nueva forma de movilidad, cómoda y confiable".
"Uber continúa comprometida con el país y mirando al futuro, para que cada vez sean más los argentinos que puedan integrar tecnología a la manera en la que se mueven en las ciudades y dinamicen sus economías locales", afirmaron desde la compañía.
La actividad de la plataforma en Buenos Aires tampoco está regularizada y en noviembre del año pasado el gobierno porteño aprobó una ley para frenar el avance de esta aplicación de transporte privado al endurecer las penas contra sus conductores.