Esas provisiones se hicieron sobre todo en el primer trimestre; sin embargo, el consejero delegado del banco, Onur Genc, destacó los "excelentes resultados" obtenidos en el segundo trimestre de 2019, periodo en el que el beneficio alcanzó 1,278 millones de euros (1,425 millones de dólares).
En términos interanuales, este beneficio trimestral fue un 2.6 por ciento más incluyendo BBVA Chile, que fue vendido por la entidad en julio de 2018, aunque sin tener en cuenta la filial chilena, el resultado sería un 6 por ciento superior.
El banco explicó que la mejora del beneficio trimestral se vio apoyada en el buen comportamiento de los ingresos recurrentes y en los menores deterioros de los activos financieros tras la venta de créditos dudosos y fallidos.
Por áreas geográficas, BBVA México, que sigue siendo el motor del grupo al representar el 42.1 por ciento del beneficio (excluyendo Chile y el resultado del Centro Corporativo), ganó en el primer semestre del año 1,287 millones de euros (1,435.9 millones de dólares), el 7.2 por ciento más.
En España, región que supone el 24 por ciento del beneficio, el banco ganó 734 millones de euros (818.9 millones de dólares) el 1.7 por ciento menos, mientras que en Turquía se redujo el 24.2 por ciento, hasta los 282 millones de euros (314.6 millones de dólares) .
En Estados Unidosd, el banco obtuvo un beneficio de 297 millones de euros (331.3 millones de dólares), el 22.9 por ciento menos, y en América del Sur (incluye Perú, Argentina y Colombia), ganó 404 millones de euros (450.7 millones de dólares), un 51.8 por ciento más.
Sobre el balance, BBVA detalló que los préstamos y anticipos a la clientela crecieron un 0.8 por ciento, en tanto que los depósitos se mantuvieron planos.
Respecto a los principales márgenes de la cuenta de resultados, el de intereses -que recoge los principales ingresos- subió el 4.6 por ciento, hasta los 8,987 millones de euros (10,000 millones de dólares), en tanto que las comisiones netas se situaron en 2,470 millones de euros (2,755 millones de dólares).
A pesar de la caída de los resultados de las operaciones financieras, el margen bruto creció el 1.1 por ciento, mientras que el neto lo hizo el 2.5 por ciento.