"Lo que se ganó razonablemente es un periodo (45 días) en el que México tomará sus medidas y eso vale mucho (...) llegamos con un ultimátum y salimos con un convenio", apuntó Ebrard al presentar el único documento firmado con la Casa Blanca durante su comparecencia en el Senado mexicano.
Esta visita se dio a petición de varias agrupaciones políticas, que consideraron que era necesario que Ebrard presentara el informe con Estados Unidos. ante la Cámara alta antes de que esta continuara el debate para la ratificación del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, el T-MEC.
Sobre el acuerdo con Estados Unidos, dijo, "México va a mostrar que puede resolver esto (control del flujo migratorio) con su estrategia" y que Estados Unidos aceptó, después de una larga negociación, y lo asumió como una corresponsabilidad luego de que México los persuadió.
Recordó que la negociación está en curso y México tiene que mostrar que es capaz y que sus medidas migratorias pueden dar unos resultados distintos a los que Estados Unidos piensa.
"Esa es la meta y el objetivo que tenemos", dijo.
Ebrard recordó que al final, Estados Unidos permitió a México desarrollar su estrategia y revisar sus resultados en 45 días, y deseó que al llegar el "día cero" se hayan logrado los resultados a los que México aspira.
"Estados Unidos dijo: 'Nosotros tenemos otras medidas que queremos tomar, pero aceptamos que ustedes tomen sus medidas y veamos los resultados en 45 días'", expuso en la Cámara alta.
En su parada en el Senado, el canciller mexicano resumió las actividades que cumplió la delegación mexicana en Washington del 1 al 7 de junio.
Por otra parte, Ebrard afirmó "con toda certidumbre y veracidad" que no existe ningún compromiso por parte de México "que no esté en el informe que presentamos al Senado o que estén establecidos en la declaración conjunta y el único documento que se ha firmado".
Ebrard adelantó que el 18 junio se reunirá con el secretario general de la ONU para que convoque a la Unicef, a la Organización Internacional de las Migraciones y otras agencias de Naciones Unidias para conformar un sistema regional gestión migratoria.
Mientras que el 20 de junio arrancará el Plan de Desarrollo Integral de Centroamérica.
En su turno, la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, expuso que los organismos empresariales de ambos países apoyaron la postura mexicana de no mezclar los temas migratorios con los arancelarios.
Además, dijo que "México debe abrir otros espacios para nuestras exportaciones fuera de América del Norte, pero también defender la integración de la región".
Según el acuerdo alcanzado el 7 de junio, México tiene 45 días para reducir el flujo migratorio que atraviesa su territorio con destino a Estados Unidos o, de lo contrario, se deberán considerar otras medidas.
Entre las medidas que México adoptó están el despliegue de 6,000 efectivos de la Guardia Nacional y el fortalecimiento del Instituto Nacional de Migración (Inami).
El pasado martes, el presidente de Estados Unidos dijo que si él quiere puede hacer que entre en vigor un supuesto acuerdo secreto con México, y contradijo así la versión del Gobierno mexicano.