Según la patronal, el resultado de abril también creció un 11.1 por ciento con relación a marzo pasado, cuando fueron producidas en el gigante suramericano 240,763 unidades, entre automóviles, comerciales ligeros, camiones y autobuses.
A pesar del resultado positivo de abril, el balance acumulado para los cuatro primeros meses del año continúa en rojo, en comparación con 2018.
Entre enero y abril, Brasil produjo 965,400 vehículos, un retroceso del 0.1 por ciento con relación a los 965,900 fabricados durante el mismo período del año pasado.
Los resultados positivos también se vieron en las ventas de vehículos nuevos al interior de Brasil en el cuarto mes del año, mientras que las exportaciones cayeron más del 50 por ciento en comparación con el mismo mes de 2018.
De acuerdo con Anfavea, en abril se vendieron en Brasil 231,952 unidades recién salidas de fábrica, lo que supone una subida de 6.7 por ciento en relación con el mismo mes del año pasado, y un saldo también positivo para el acumulado de los cuatro primeros meses del año, con un alza de 10.1 por ciento en el comparativo con 2018.
No ocurrió lo mismo con las exportaciones, que en abril registraron una caída del 52.3 por ciento en el comparativo con el mismo mes del año pasado.
El resultado negativo de las ventas al extranjero refleja la crisis económica de Argentina, principal socio comercial de Brasil, que continúa frenando la compra de vehículos al gigante sudamericano.
Por esto, el acumulado del año para esta actividad también continúa en rojo, con una caída del 45 por ciento, en comparación con las ventas realizadas por Brasil a otros países entre enero y abril de 2018.
La industria automovilística brasileña, uno de los motores de la economía del país, se encuentra en proceso de recuperación tras la profunda recesión vivida por el país entre 2015 y 2016 que llevó a que el en el Producto Interno Bruto (PIB) perdiera siete puntos porcentuales.