En su informe anual sobre la demanda energética mundial publicada este martes, la AIE señaló que el gas natural emergió como el combustible favorito, con las mayores ganancias y representó 45 por ciento del aumento en el consumo de energía.
La demanda global de gas se expandió a su ritmo más rápido desde 2010, con crecimiento interanual de 4.6 por ciento, el segundo año consecutivo de fuerte alza, impulsado por mayor demanda y la sustitución del carbón.
El crecimiento de la demanda de gas fue liderado por Estados Unidos y China, donde en éste último país aumentó en casi 18 por ciento.
Casi la quinta parte del aumento de la demanda mundial de energía provino de una mayor demanda de calefacción y refrigeración, ya que las temperaturas promedio de invierno y verano en algunas regiones se acercaron o superaron los registros históricos.
Juntos, China, Estados Unidos e India representaron cerca del 70 por ciento del aumento de la demanda de energía en todo el mundo, según el informe de Estado de Energía Global y Dióxido de Carbono (CO2), que proporciona una vista del alto nivel y actualizada de los mercados de energía.
"Hemos visto un aumento extraordinario en la demanda mundial de energía en 2018, creciendo a su ritmo más rápido en esta década", dijo el doctor Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.
La demanda de todos los combustibles aumentó, ya que los combustibles fósiles se acercaron al 70 por cieto del crecimiento por segundo año consecutivo, mientras la generación solar y eólica creció a ritmo de dos dígitos, y solo la solar aumentó 31 por ciento.
Sin embargo, eso no fue lo suficientemente rápido para satisfacer una mayor demanda de electricidad en todo el mundo que también impulsó el uso del carbón.
El uso del carbón solo en la generación de energía superó las 10 Gigatoneladas (Gt), un tercio del aumento total, la mayor parte de una joven flota de centrales eléctricas de carbón en Asia en desarrollo.
La demanda mundial de carbón creció por segundo año consecutivo en 2018, impulsada por el apetito de Asia por este combustible fósil, considerado el más contaminante.
A pesar de que la cuota del carbón en la mezcla energética mundial disminuyó, sigue siendo la mayor fuente de electricidad del mundo.
En tanto, la demanda de petróleo creció 1.3 por ciento en todo el mundo, con Estados Unidos nuevamente liderando el aumento global por primera vez en 20 años gracias a una fuerte expansión en petroquímicos, el incremento de la producción industrial y los servicios de camiones.
La energía nuclear creció 3.3 por ciento en 2018, con la generación mundial alcanzando los niveles anteriores al desastre de la planta nuclear japonesa de Fukushima en marzo de 2011, en particular por las incorporaciones de nuevas plantas en China y el reinicio de cuatro reactores en Japón.
Las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2), el principal gas causante del calentamiento global, han seguido creciendo y en 2018 aceleraron su progresión al 1.7 por ciento, ritmo no alcanzado desde 2013, a causa sobre todo de China, India y Estados Unidos.
Esos tres países representaron 85 por ciento de la subida del pasado año, que se debió en una parte a la entrada en servicio de nuevas centrales de electricidad producida con carbón, concluyó la AIE.