Las instalaciones de 5,000 metros cuadrados fueron abiertas en el Campus de Innovación de BASF en Shanghai, e incluyeron el Centro de Aplicación Automovilística y el Centro de Investigación y Desarrollo de Catálisis de Proceso, con una inversión de aproximadamente 34 millones de euros (unos 38 millones de dólares).
"Las industrias de crecimiento más importantes de China pueden beneficiarse considerablemente de las innovaciones en la química", indicó Stephan Kothrade, presidente de Gran China de BASF.
El Centro de Aplicación Automovilística de BASF está diseñado para facilitar las actividades de investigación y desarrollo orientadas a los consumidores. Está equipado con una cabina de pintura de última generación para las aplicaciones electrostáticas, un laboratorio de pruebas físicas y un robot 3D, que puede simular casi cualquier situación en una línea de pintura, permitiendo al nuevo centro optimizar los procesos de aplicación y sus productos.
Las instalaciones de innovación cuentan con una serie de innovaciones localmente desarrolladas, incluyendo nuevas dispersiones de polímeros y pinturas sostenibles, que se dirigen a satisfacer las importantes tendencias mercantiles de reducción de emisiones y aumento de la eficiencia energética.
BASF ha invertido casi 180 millones de euros, o 203 millones de dólares, en el centro de innovación en Shanghai desde 2012, esforzándose en reducir el tiempo de entrada en el mercado de sus productos innovadores, señaló Harald Lauke, presidente del departamento representativo del Asia-Pacífico de BASF de Investigación y Desarrollo de Materiales y Sistemas Avanzados.
La compañía alemana justo había anunciado su asociación con el fabricante de utensilios domésticos de China, Midea Group, para desarrollar electrodomésticos limpios y eficientes. Está también colaborando con la Universidad de Sichuan para explorar soluciones mejoradas para la resistencia química alta de mezclas de poliamidas.
Fuente: Xinhua.