El acuerdo incluye una oferta vinculante de Continental para la compra de prácticamente la totalidad del negocio de sistemas antivibración de Cooper Standard en Francia y de su correspondiente participación en la empresa conjunta de la India, en base del cual las partes esperan firmar un acuerdo en las próximas semanas, después de consultarlo con el comité de empresa. Asimismo, el cierre de la adquisición está condicionado a la aprobación por parte de las respectivas autoridades antimonopolio y a la firma del acuerdo de compra relativo al negocio francés mencionado anteriormente. Con la adquisición, Continental expande sus actividades de control de vibración, mientras que, al mismo tiempo, se asegura el complemento perfecto para su cartera global de clientes del sector del automóvil.
"Esta adquisición amplía nuestro negocio de control de las vibraciones y nuestra capacidad para prestar servicio al sector del automóvil a escala global. La reducción del peso favorecerá la movilidad futura, ya que un menor peso se traduce en un menor consumo de combustible y en menos emisiones de CO2. Esto aumenta la eficiencia del vehículo y ayuda a ampliar la autonomía de los vehículos eléctricos e híbridos", comentó Hans-Jürgen Duensing, miembro del Comité Directivo de Continental y responsable de la división ContiTech. Además, un menor ruido y una menor vibración aumentan el confort en la conducción, lo que, a su vez, mejora la seguridad del conductor.
Cooper Standard tiene amplios conocimientos en sistemas antivibración en Norteamérica y ofrece soluciones antivibración punteras a los fabricantes internacionales de automóviles, diseñadas para mitigar el ruido, la vibración y la dureza (NVH, noise, vibration and harshness) de los vehículos con el fin de mejorar la calidad de conducción. El negocio «Anti-Vibration Systems» de Cooper Standard opera cinco instalaciones de fabricación, incluyendo áreas de I+D en Canadá, Francia, India y EU, y da trabajo a unas 1,000 personas.
"Cooper Standard tiene una excelente experiencia en el diseño de materiales y productos, análisis predictivo de componentes, integración de sistemas y pruebas de vehículos. Nos complementamos mutuamente en el espacio de los productos y la clientela, y esta sinergia impulsará innovaciones en productos de construcción ligera y otros productos antivibración", explicó Kai Frühauf, jefe de la unidad de negocio Vibration Control de Continental, en la que está previsto que se integre la organización.
"Juntos podremos aprovechar las oportunidades tecnológicas futuras para turismos y vehículos de carga ligera. Al mismo tiempo, añadiremos capacidades adicionales internas de mezcla en EU con posibilidades completas de desarrollo de materiales", añadió Frühauf. Continental está especializada en tecnología de control de vibraciones y en aislamiento acústico desde hace más de 80 años. Desarrolla y fabrica componentes de montaje activos y pasivos optimizados para la vibración, así como sistemas ligeros, para motores, transmisiones y otros componentes con el fin de mejorar la seguridad y el confort en el sector del automóvil, así como en otras aplicaciones industriales como la economía energética, la agricultura, los ferrocarriles y el transporte.
Vibration Control forma parte de la división ContiTech de Continental. Esta unidad de negocio cuenta con más de 2,600 empleados y opera sedes de producción, así como centros de ingeniería de aplicaciones y desarrollo, en once emplazamientos de Brasil, China, Francia, Alemania, México, Eslovaquia y EU.
Continental desarrolla tecnologías y servicios pioneros orientados a la movilidad sostenible y conectada de las personas y sus mercancías. La empresa tecnológica, fundada en 1871, ofrece soluciones seguras, eficientes, inteligentes y asequibles para vehículos, maquinaria, tráfico y transporte. Continental alcanzó en 2017 una cifra de negocio de 44,000 millones de euros y actualmente emplea a más de 243,000 trabajadores en 60 países.
ContiTech es una de las principales empresas industriales especializadas del mundo. Esta división de Continental ofrece a sus clientes soluciones conectadas, respetuosas con el medio ambiente, seguras y de confort en áreas industriales y de servicios, usando una amplia variedad de materiales para aplicaciones off-highway, en ferrocarriles y carreteras, en el aire, bajo y sobre el suelo, en entornos industriales, así como para el sector de los alimentos y de los muebles. Con unos 47,000 empleados en 42 países y una cifra de negocio de unos 6,200 millones de euros (2017), este socio industrial global desarrolla su actividad a través de sus filiales principales en Asia y Europa, así como en Norteamérica y Sudamérica.