La iniciativa, enviada a la Comisión de Hacienda y Crédito Público, menciona que de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad, AC (IMCO), “actualmente un trabajador formal promedio gana 9,500 pesos mensuales y paga 10 por ciento de su salario del ISR”. Es decir, después de impuestos, su salario real es de 8,850 pesos.
Subraya que el problema de gravar con impuestos altos a quienes menos tienen, es que su salario real termina deteriorándose con el paso del tiempo, porque éste se actualiza con base en la inflación, pero las cuotas correspondientes de ISR no. Además, el incremento salarial trae consigo más complicaciones fiscales porque al ganar más, se le cobra una tasa más alta.
Resalta que los beneficios de la iniciativa, de acuerdo con el IMCO, son que ayudaría a reducir la informalidad del país de 56 a 25 por ciento y beneficiaría a 15.5 millones de trabajadores, lo que representa 74 por ciento del total de los asalariados inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).