Durante la firma de los contratos de la Ronda 3.1, el representante de la industria señaló que la participación de empresas públicas y privadas en los procesos es resultado de la certeza jurídica, así como transparencia del andamiaje institucional y legal que deriva de la reforma energética.
Y es que, dijo, todos estos elementos son claves para atraer nuevas inversiones en el mediano y largo plazos, así como para consolidar un mercado abierto y competitivo de hidrocarburos.
“Desde la perspectiva de la Amexhi, la ronda de licitación 3.1, sumada a las ocho rondas anteriores, fortalece la posición de México como un referente mundial, en términos de constancia, transparencia, competencia, mejores prácticas y legalidad”, afirmó.
Asimismo, resaltó que el modelo energético del país ha modificado sustancialmente las perspectivas futuras del sector, pues existe una alta probabilidad de que aumente la producción estimada de hidrocarburos en el mediano plazo.
De hecho, expuso que la primera extracción de petróleo dentro de esquema del nuevo modelo ocurrió este año, con potencial de producción comercial a partir de 2022, donde la producción regular de hidrocarburos con los beneficios económicos y sociales asociados ocurrirá en el transcurso de la próxima administración federal
“Es prioritario mantener la disciplina y la continuidad de las rondas de licitación de exploración y extracción de hidrocarburos, esto es un requisito para buscar garantizar la competitividad del sector y el desarrollo y crecimiento de México”, puntualizó.