"Existen soluciones técnicas al problema de los óxidos de nitrógeno en el tránsito urbano", dijo el director ejecutivo Volkmar Denner en la presentación de las cifras anuales de ingresos de Bosch en 2017.
Denner respondió de esta forma a los crecientes llamados en Alemania para incrementar las prohibiciones sobre los vehículos diésel como forma de mejorar la calidad del aire urbano.
Los productos relacionados con motores diésel todavía representaron en 2017 cerca de la mitad de los ingresos totales de Bosch de 78,100 millones de euros (95,100 millones de dólares), un incremento de 6.8 por ciento anual.
El director financiero, Stefan Asenkerschbaumer, estableció un objetivo modesto para el crecimiento de los ingresos de entre 2 y 3 por ciento en 2018, y prometió incrementar la rentabilidad.
Bosch también introducirá un nuevo código ético en respuesta a las revelaciones del "dieselgate" para evitar cualquier futura participación en prácticas de fraude de emisiones.
En defensa de la reputación empañada de los vehículos diésel, Denner anunció que la compañía con sede en Gerlingen ha desarrollado un nuevo sistema que reducirá drásticamente las emisiones de óxido de nitrógeno en el uso cotidiano.
La Unión Europea amenazó con demandar en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea a menos que Berlín garantice rápidamente el pleno cumplimiento de los límites europeos de emisión de óxido de nitrógeno en las ciudades alemanas.
"Revisando nuestros avances tecnológicos estamos seguros de que nadie podrá imponer prohibiciones totales a los vehículos diésel en las ciudades", dijo Denner.
Denner también dijo que su compañía invierte de forma simultánea miles de millones de euros en movilidad eléctrica.
Fuente: Xinhua.