En entrevista con Notimex, el directivo de la marca gasolinera de origen estadounidense en el país negó que la reforma energética pueda tener un freno en la siguiente administración federal, ya que está en una fase muy adelantada.
Los candidatos pueden tener diferentes puntos de vista sobre el tema, "pero no creo que México tenga la capacidad para echar para atrás la reforma, es un país muy grande y no hay un solo país en el mundo que dependa de una sola compañía para el abastecimiento de la energía, la cual es fundamental para el desarrollo”, subrayó.
Si bien es evidente que con un nuevo gobierno habrán de efectuarse algunos cambios en la implementación de la reforma, destacó que ninguno de estos será crítico, como para poner en riesgo el progreso de la misma o de las inversiones comprometidas y futuras.
“Todas las compañías extranjeras están muy convencidas de lo que significa México en términos de mercado, crecimiento y oportunidad en mediano y largo plazos, no creo que nadie esté para hacer sus maletas e irse”, puntualizó.
Señaló que la incertidumbre política en la actualidad no es un factor que retrase la materialización de proyectos de todos los interesados en diferentes sectores de la reforma energética, sino la falta más expedita de permisos para agilizar la ejecución de los presupuestos estimados.
“Lo que veo es que todas las empresas ya tienen un prepuesto para ejercer, pero aún se carece de los permisos y esa es la parte más crítica que ya está listo para hacerlo, pero tienes todo parado por un tema de permisos; eso están retrasando las inversiones más que la incertidumbre política”, argumentó.
Ejemplo de lo anterior, reconoció, es lo que ocurre con el plan de Gulf en el país, el cual va menos veloz a lo esperado para transformar las estaciones de servicio por trámites burocráticos y la alta demanda que trajo consigo la apertura del sector.
“Ha ido muy lento todo el proceso de cambiar los permisos con la Comisión Reguladora de Energía (CRE), para obtener el visto bueno de Petróleos Mexicanos (Pemex) y poder retirar los logos de la misma”, precisó.
Y es que, explicó, antes había un procedimiento en el cual las estaciones que llevaban la marca de la compañía estatal daban un aviso de terminación de contrato de franquicia que surtía efecto en promedio en 30 días hábiles o dos meses, “en tanto hoy están pidiendo como requisito que la estación haya cambiado su permiso de expendio el cual era exclusivo para vender gasolina marca Pemex”.
Pese a la demora del requerimiento regulatorio, puntualizó, la firma mantiene la meta conservadora de concluir 2018 con por lo menos 100 estaciones (gasolineras) bajo la marca Gulf, de las cuales 70 por ciento será bajo el modelo de franquicia y 30 por ciento propias.
En cuanto al futuro precio de las gasolinas, descartó que haya una reducción del costo en el corto o mediano plazos, ya que México será un país importador de combustibles.