El alto funcionario de esa influyente asociación empresarial alemana puso de relieve que "el camino para llegar ahí necesita de condiciones-marco políticas, que sean abiertas a la tecnología y confiables a largo plazo".
Wissmann puso de relieve "la política sobre el clima y la política industrial deben ir mano en mano. Por eso le apostamos a la regulación del bióxido de carbono en Europa que tome en consideración las tecnologías alternativas de propulsión en los mercados".
Por ello, agregó, es acertado que Europa renuncie a fijar una cuota de autos eléctricos y que la Asociación que encabeza recomienda que se renuncie a la aplicación de medidas fiscales refinadas para imponer esa cuota.
"El potencial de combustibles sintéticos procedentes de las energías renovables debe ser colocado en la agenda política", subrayó.
El presidente de la VDA apuntó que todas las medidas que ya han sido puestas en Alemania van a conducir a que en el año 2050 haya 61 por ciento menos gases de invernadero que en 1990. Y afirmó que a ello está contribuyendo la industria automotriz alemana.
"Por ello, el transporte no debe encarecerse" y destacó que la VDA rechaza rotundamente las consideraciones en la política tendientes a establecer un impuesto sobre el bióxido de carbono.
Destacó que la industria automotriz alemana sabe que la movilidad eléctrica es la gran solución, "pero no la única. Necesitamos todavía durante un buen tiempo los motores de combustión, también el diésel en su forma más moderna".
Wissmann dijo que la industria automotriz necesita libertad para escoger las mejores tecnologías. "Ese es un mejor camino que la prohibición de que los autos no circulen y que las estipulaciones tecnológicas".
Mattias Wissmann entregará la presidencia de la VDA, el próximo 1 de marzo, a quien fue gerente de Ford-Alemania 16 años, el alemán Bernhard Mattes. Hace un año pasó al Consejo de Vigilancia de Ford Alemania.
Mattes asumirá la Asociación de la Industria Automotriz Alemana en un momento en que las controvertidas pruebas que hizo la industria con monos y personas para probar los efectos de las emisiones la tienen en el centro de las críticas.
A esa controversia se suman los fraudes con las emisiones de diesel y las acusaciones de haber hecho acuerdos para un cártel automotriz. Todo eso ha tenido el efecto de "raspar" la imagen de esa industria alemana.