Este resultado respondió a la publicación de información del sector energético de Estados Unidos, que propició una mejor expectativa en los fundamentales de oferta y demanda del hidrocarburo, explicó por su parte Banco Base.
La Administración de Información Energética (EIA) indicó que en la semana que finalizó el 19 de enero, los inventarios de petróleo del país vecino del norte cayeron en 1.07 millones de barriles, que representa la décima semana consecutiva en la que éstos disminuyen.
A su vez, se anunció que los ministros de Energía de Arabia Saudita y Rusia están dispuestos a prolongar su alianza, incluso después de que su acuerdo concluya a finales de 2018.
La entidad financiera destacó que el debilitamiento generalizado del dólar en la semana impulsó las ganancias del petróleo, por lo que el crudo tipo West Texas Intermediate (WTI) y el Brent tocaron precios no vistos desde diciembre de 2014 de 66.66 y 70.45 dólares por barril, de forma respectiva.
Pese al aumento del precio del crudo, se prevé que consolide su valor cerca de los 65 dólares por barril, aunque no se pueden descartar presiones a la baja en el precio, debido a una desaceleración en la demanda por crudo en Estados Unidos, aunado al aumento en la producción de petróleo shale de ese país.
En este sentido, la utilización de las refinerías en aquel país registró una disminución de 2.1 por ciento durante la semana previa, ante lo cual se espera que continúe gracias al inicio de la temporada de mantenimiento.
En la semana que concluyó el 19 de enero, la producción de petróleo en dicho país incrementó a 9.87 millones de barriles diarios, que representa su mayor producción desde 1983, y se espera que alcance los 10 millones de barriles diarios, lo que sería un nuevo máximo histórico en registro que se podría alcanzar en las próximas semanas.
Ante este panorama, el referente estadunidense ganó 63 centavos y se ofertó en 66.14 dólares por barril, mientras que su contraparte del Mar del Norte avanzó 10 centavos, para ubicarse en 70.52 dólares el tonel.