Estas favorables proyecciones descansan en gran medida en la gradual recuperación experimentada en Brasil y Argentina, y la estabilización y recuperación en los precios de productos básicos, que se traducirán en un grado moderado de alivio a países de la región que son exportadores.
Empero el motor de la actividad continuarán siendo algunos de los países de la región andina, en particular Perú, que el banco anticipó crecerá a una tasa de 4.2 por ciento este año, seguido por Colombia a 2.5 por ciento y Chile a dos por ciento.
Brasil, por su parte, tendrá un modesto repunte para crecer 0.5 por ciento, en tanto que la expansión en Argentina será de 2.7 por ciento, ayudada en gran medida por un mejor percepción de los inversionistas tras el acuerdo logrado con sus acreedores.
En su informe “Perspectivas Económicas Mundiales”, el banco anticipó que gracias a esta dinámica, Sudamérica saldrá de la recesión este año, si bien países como Ecuador continuarán enfrentando dificultades por la caída de ingresos debido a la baja en los precios del petróleo.
La única excepción en la región continuará siendo Venezuela, que continúa enfrentando lo que el banco calificó como “graves desequilibrios económicos”, anticipando que experimentará una contracción del 4.3 por ciento este año.
Las perspectivas en México y América Central, apuntan a un crecimiento moderado, de apenas 2.1 por ciento en su conjunto.
El banco consideró que las monedas débiles podrían dar un impulso competitivo a las exportaciones de la subregión, pese a que las condiciones mundiales no propician un crecimiento vigoroso del comercio internacional.
En el Caribe se prevé un crecimiento a un ritmo estable de 3.1 por ciento.
El reporte señaló que los riesgos para la región se inclinan hacia la baja, haciendo notar que los cambios de política en Estados Unidos y en la zona del euro, tales como la restricción del comercio o la migración, podrían tener repercusiones de mediano plazo.
Asimismo, advirtió que una recuperación más lenta que la prevista en los precios de los productos básicos disminuirá las perspectivas de los países de la región que son exportadores netos de esos productos.
Señaló además que toda modificación del ritmo de endurecimiento de la política monetaria de parte de la Reserva Federal de Estados Unidos podría ocasionar oscilaciones en las tasas de interés y fluctuaciones en los flujos de capital, que podrían perjudicar a las economías vulnerables.