Según el reporte del Banco Mundial titulado “Migración y Remesas 2016”, el costo promedio de las remesas en el mundo es de 8.0 por ciento, lo que puede significar un obstáculo para el desarrollo de los países de economías emergentes receptoras de estos recursos.
El documento indicó que los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ONU) recomiendan que el costo justo debe ser de 3.0 por ciento por cada envío.
Los mayores costos en los envíos de remesas ocurren en el África subsahariana y en las islas del Pacífico, donde los costos son de 19 y 20 por ciento, respectivamente. De Estados Unidos a México, los costos en promedio son de 5.0 por ciento.
De acuerdo con el informe del banco, en 2015 se reportó el envío de remesas de Estados Unidos a México por un total de 25,200 millones de dólares.
Asimismo, indicó que en los pasados cinco años, los usuarios de servicios de remesas de Estados Unidos a México han pagado entre cinco mil y ocho mil millones de dólares en tarifas a los servicios de transferencias de remesas.
Kristo Kaarmann, cofundador de TransferWise (firma que desarrolló una aplicación telefónica para realizar transferencias de dinero entre países), consideró que las empresas de remesas han abusado de sus clientes al cobrar tarifas demasiado elevadas, tipos de cambio desventajosos y cargos ocultos.
“Durante demasiado tiempo, los servicios de transferencias de dinero han abusado de los consumidores con escasa transparencia, altas comisiones y tarifas escondidas”, afirmó Kaarmann en entrevista con Notimex.
Según el emprendedor, cuya firma procesó transferencias de dinero por 2,000 millones de dólares en 2015, el uso de la tecnología en el mercado de las remesas permite abatir costos al cortar intermediarios, tal como sucede en otros sectores de la economía.
El Banco Mundial apuntó que los países de economías emergentes recibieron en 2015 un total de 441,000 millones de dólares en remesas, tres veces lo obtenido en asistencia internacional, por lo que abatir costos en los envíos resulta esencial para el desarrollo.
“Estos flujos de efectivo constituyen más del 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en unos 25 países en desarrollo y conduce a incrementos en las inversiones en salud, educación y pequeños negocios en varias comunidades”, señaló el documento.