Esta última proyección, empero, estará supeditada a los riesgos potenciales que ambas regiones enfrentarán, tales como la inestabilidad financiera, la disminución de los flujos de capital avivada por el alza de las tasas de interés en Estados Unidos y una mayor aversión de los inversionistas al riesgo.
De acuerdo con el informe Perspectivas Económicas Mundiales, la actividad económica este año se mantendrá en el rango del 0.9 por ciento que experimentó en 2015, para repuntar a 2.2 por ciento en 2017.
El BM explicó que esta recuperación será posible a medida que disminuya la incertidumbre sobre política económica, el precio de los productos básicos se estabilice, el crecimiento se afiance en Estados Unidos y las economías de la zona euro continúen recuperándose.
De acuerdo con estas previsiones, América del Sur no volverá a crecer hasta 2017, cuando las economías más grandes de esa región adopten gradualmente políticas dirigidas a corregir los desequilibrios macroeconómicos y restaurar la confianza de empresarios y consumidores.
El organismo multilateral destacó las favorables proyecciones para México y América Central debido a sus vínculos con Estados Unidos, e hizo notar que las economías caribeñas van camino de crecer a tasas de 3.0 por ciento los próximos tres años.
Se prevé que Brasil sufrirá una contracción del 2.5 por ciento este año, pero crecerá 1.4 por ciento en 2017 una vez que aminoren los temores inflacionarios y se reduzca el déficit fiscal, lo que aliviará la necesidad de seguir aumentando las tasas de interés y de reducir el gasto público.
En el caso de Venezuela, debido a que se espera que los precios del petróleo se estabilicen, el Banco anticipó que la economía llegará a un punto de inflexión en 2018, pero continuará experimentando contracciones, de 4.0 por ciento este año y 1.1 por ciento en 2017.
Mientras tanto, Argentina registrará una desaceleración, creciendo a 0.7 por ciento este año, mientras que Chile lo hará a una tasa de 2.4 por ciento, Colombia a 3.0 por ciento, Bolivia a 3.0 por ciento y Ecuador experimentará una caída de 2.0 por ciento.
El Banco Mundial indicó que otros riesgos que la región enfrentará a corto plazo son la prolongada desaceleración de la actividad económica en el Brasil, así como en Venezuela.
“Por otra parte, (el crecimiento potencial) está amenazado por una disminución más drástica del precio de los productos básicos, que deterioraría los ingresos por exportaciones y los ingresos públicos de los países exportadores de productos básicos”, apuntó.
De igual manera, las condiciones meteorológicas extremas también podrían restringir el crecimiento, haciendo notar que los pronósticos indican que el fenómeno climático de El Niño será el más violento de la historia, “lo que afectará la agricultura y podría dañar la infraestructura”.