El grupo financiero considera que, dado el difícil entorno de la economía global, la economía mexicana está bien posicionada para hacer frente a los retos globales, pues está lejos de China en términos de actividad económica y más cerca de Estados Unidos, cuyo crecimiento seguirá consolidándose en los próximos años.
Señala que México será el motor de crecimiento de América Latina dada la debilidad del resto de países en la región, ya sea porque el ciclo económico depende más del de materias primas, o porque experimentan problemas internos, como es el caso de Brasil y de Venezuela.
No obstante, el crecimiento económico seguirá siendo un reto importante para la economía mexicana, subraya la institución financiera un análisis sobre las perspectivas este año.
Pese a la fuerte desaceleración que presentó la actividad económica en el primer semestre de 2015, resalta que México ha mostrado una visible recuperación en los últimos meses motivada, en parte, por el mayor dinamismo que ha presentado tanto la inversión como el consumo privado.
De mantener esta tendencia, es probable que el Producto Interno Bruto (PIB) de México podría presentar un crecimiento de 2.7 por ciento durante 2016, ligeramente mayor al crecimiento de 2.3 por ciento que probablemente alcanzará en 2015.
Banorte proyecta que en 2016 el crecimiento de la economía estará fundamentado en diversos factores que muestran motores balanceados, como un aumento inercial de alrededor de un punto porcentual.
Asimismo, un mayor dinamismo de la demanda interna, con lo cual estima que contribuirá con 1.2 puntos porcentuales al crecimiento económico, y el mayor dinamismo de la industria manufacturera, lo cual se traducirá en una contribución de 0.7 puntos porcentuales al dinamismo de la economía mexicana.
Además, un incremento de 0.4 puntos porcentuales en el PIB derivado de las inversiones relacionadas con las reformas estructurales, en particular la energética y en menor medida, la de telecomunicaciones.
No obstante, precisa el grupo financiero, también de una reducción de 0.6 puntos por ciento del Producto derivada del menor gasto público y el estancamiento de la plataforma de producción petrolera.
Apunta que la inflación se mantendrá bajo control en 2016 y se ubicaría en 2.8 por ciento, mientras el tipo de cambio permanecerá en niveles altos, y el Banco de México podría dejar de seguir a la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos en su proceso de normalización monetaria
El reto de mediano plazo es seguir con la instrumentación de las reformas estructurales, destaca el grupo financiero, al añadir que los procesos electorales que se llevarán a cabo en 2016 acapararán la atención de los inversionistas a nivel local.