capital del país realiza sus traslados en unidades de pasajeros, microbuses o autobuses, los cuales en su mayoría ya rebasaron hasta tres veces su vida útil y no garantizan la seguridad de quien los usa, además de que carecen de tecnologías de control de emisiones contaminantes, otra razón más para realizar el esfuerzo por modernizar el parque vehicular, pues sería favorable para el mejoramiento de la calidad del aire.
Jesús Padilla Zenteno, presidente de MOVA y de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), dijo que es necesario implementar cambios estructurales e institucionales, por lo que gobierno del Distrito Federal deberá impulsar acuerdos con el gobierno federal para la realización de estudios para el financiamiento e, incluso, permitir la intervención de la iniciativa privada a través de las empresas armadoras y distribuidoras de autobuses, quienes pueden recibir unidades a cuenta para ser chatarrizadas.
Se trata, explicó, de apoyar a los concesionarios en la búsqueda de financiamiento ante la banca, con la colaboración del gobierno y de Nacional Financiera (Nafin), a fin de lograr tasas de interés más competitivas, de un dígito, que evite a los participantes caer en cartera vencida y perder su concesión, la cual se queda en garantía. Señaló también que el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), tiene recursos que podrían financiar proyectos de transporte en la Ciudad de México.
El empresario transportista aseguró que los recursos del Fondo, además de incentivar la creación de nuevas redes transporte, aportará oxígeno a los concesionarios, quienes también requieren de acceso al crédito bancario en condiciones más favorables. Hasta hoy la inversión en el servicio de autobuses en el Distrito Federal, recae completamente en el concesionario y no recibe ningún apoyo económico gubernamental, ni local ni federal, como sí ocurre en otros países para impulsar la calidad del servicio.
En materia de transporte público, aseguró Padilla Zenteno, es imprescindible otorgar concesiones únicas por corredor o ruta, eso impedirá concederlas de manera individual, lo cual acabará con el esquema del hombre camión. En ese contexto, es necesario generar bonos de chatarrización del valor de las unidades y darles recursos de contragarantía como mitigante de riesgo.
Asimismo, finaizó, es necesario promover un modelo urbano que reduzca las necesidades de viajes en automóvil e incentive el transporte público por su rapidez y seguridad, bajo el criterio de que los sistemas de transporte público con calidad y accesibilidad para todos no se financian únicamente con tarifas.