1. Frenos
Ten especial cuidado con los frenos, pues forman parte del sistema de seguridad más importante en tu automóvil. Por lo regular, no se les presta demasiada atención hasta que comienzan a fallar, sin embargo, además del riesgo que puede haber al tenerlos desgastados, la inversión que tendrás que hacer para su arreglo será más difícil y costosa; procura no dejar pasar mucho tiempo.
Debes revisar de forma constante el nivel del depósito del Líquido de Frenos, de manera que siempre esté en los valores recomendados, esto te dará un mejor frenado y aumentará la duración de las balatas.
Es fácil darse cuenta cuando presentan desgaste, pues al manejar podrás sentir inestabilidad, vibración, ligeros golpeteos o chillidos al pisar el pedal. Revisarlos al menos una vez al año es más que suficiente para garantizar un buen funcionamiento y seguridad.
2. Lubricantes
Son fundamentales para el buen funcionamiento de tu auto, pues aseguran que cada pieza móvil en el motor obtenga el aceite suficiente para desplazarse con facilidad y así evitar posibles roces que provoquen desgaste prematuro. Además, contribuyen con el enfriamiento de la máquina, lo que impide que se eleve la temperatura por fricción.
Por tal motivo, debes estar muy pendiente de revisar el nivel de aceite, así como cambiar y utilizar un lubricante de excelente calidad. Actualmente, marcas como Total, tienen a su disposición una amplia gama de aceites lubricantes para brindar soluciones adecuadas a cada tipo de vehículo; sólo toma en cuenta que el producto se apegue a los requerimientos que establece el fabricante de tu coche, considerando el modelo y año del vehículo.
Ten presente que el cambio de aceite tiene que ver con varios factores como: Hábitos de conducción, tipos de vehículo, aceite a utilizar, entre otros, pero algo elemental que no debes olvidar es evitar superar los 20 mil kilómetros con el mismo aceite. Consulta el manual de tu automóvil para conocer los periodos de cambio que te recomienda el fabricante del vehículo.
3. Amortiguadores
Éstos se encargan de mantener el control y estabilidad del vehículo, nivelan los golpes e impactos que tu auto pudiera tener en situaciones inesperadas, de esta forma evita que la suspensión se dañe. Además, ayudan a que las llantas se mantengan adheridas al suelo y no sufran mayor desgaste.
Aunque los amortiguadores luzcan en buen estado, deben reemplazarse después de los 50 a 60 mil kilómetros. Algunos signos para detectar su desgaste son: Incomodidad al manejar, poca estabilidad del vehículo, ruido al avanzar, pérdida de control, entre otros.
4. Llantas
¡Compañeras inseparables de la seguridad! Son el contacto entre tu auto y el pavimento, por ello es importantísimo que siempre se encuentren en buen estado, así podrás viajar tranquilo y cómodo.
Para evitar su desgaste revisa por lo menos una vez al mes la presión que recomienda el fabricante, si cuentan con la cantidad de aire inadecuada (ya sea por exceso o falta de aire) tendrás menos control del vehículo, aumentará la distancia de frenado y tus neumáticos se desgastarán más rápido. Cuando detectes daños o grietas en ellas, al igual que vibraciones o ruidos extraños, visita el taller para su revisión y realizar los cambios necesarios.
5. Carrocería
¡Una carrocería bien cuidada deslumbra por sí sola! Aunque es inevitable que ésta se deteriore con el paso de los años, lavar tu coche con regularidad evitará que la suciedad acumulada se adhiera a la pintura y la dañe. Te sugerimos usar materiales especiales para autos, así evitarás desgaste; también puedes encerarlo entre dos o tres veces al año, lo protegerás del clima.
Para mantenerla en buen estado, evita frotar las manchas en seco porque puedes rallar la pintura, tampoco dejes que las manchas y, sobre todo los restos como heces de pájaro, permanezcan por mucho tiempo. Ten en cuenta que el sol daña muchísimo la pintura y es una de las causas frecuentes de desgaste, por lo que te recomendamos procurar estacionarlo en lugares con techo o sombra.
Una carrocería impecable y un motor cuidado, mantienen el valor de mercado de tu auto, ¡considéralo!