Sin embargo, advirtió que reunir otros 756 millones de euros que vencen el próximo martes 12 de mayo será más difícil. El gobierno está investigando si puede reunir la suma total recurriendo a fondos para pensiones.
La semana pasada, Atenas obligó casi por ley a todas las instituciones estatales a transferir sus depósitos en efectivo al banco central para que el gobierno pueda cumplir sus obligaciones.
En una subasta de bonos de deuda a corto plazo (a 26 semanas) Atenas recaudó hoy 875 millones de euros, por los que pagó intereses del 2.97 por ciento, una cifra similar a otra subasta el mes pasado. A corto plazo Grecia se financia en los mercados pero no a largo plazo, ya que los inversionistas privados se mantienen alejados del país tras la quita de deuda de 2012.
Sin embargo, la cantidad recaudada hoy es menor a la que el país necesita el viernes, cuando Atenas debe refinanciar deudas por más de 1,400 millones de euros. La prensa griega cree sin embargo que el resto del dinero se recaudará mañana jueves. Después Atenas podrá subastar nueva deuda.
El país se está negociando con sus acreedores -el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE)- para la liberación de ayudas por 7,200 millones de euros (unos 8,000 millones de dólares) que siguen bloqueados. Sin embargo ello está condicionado a un paquete de reformas en el país.
El temor por la estabilidad financiera del país está ahuyentando a los inversores, mientras muchos ciudadanos también han retirado el dinero de sus cuentas. El gobierno intenta que los ciudadanos no se lleven sus ahorros del país, para mantener la estabilidad financiera, pero incluso ha habido rumores de que el propio Mardas se habría saltado las normas.
El viceministro amenazó con demandar a algunos medios por difamación por asegurar que transfirió 80,000 euros al extranjero tras llegar a su puesto el pasado enero. Mardas alega que la suma era menor -entre 30,000 y 40,000- y necesaria para financiar los estudios de su hija y que ordenó al banco registrar sus movimientos para mostrárselos al primer ministro, Alexis Tsipras.