La agencia alegó la falta del acceso del país europeo al mercado de capital, las perspectivas inciertas del pago puntual de las instituciones estatales y la difícil situación de liquidez del sector bancario nacional.
Sin embargo, Fitch se mostró más positivo respecto a Portugal, cuya nota mantuvo en un "BB+" pero con perspectivas "positivas", lo que podría señalizar una subida. Portugal podría crecer este año un 1.5 por ciento.