"No es tarea del BCE decidir si Grecia necesita o no una quita de deuda", señaló el francés Benoit Coeuré, miembro del directorio del BCE, al diario económico alemán "Handelsblatt" de hoy, explicando que se trata de "una decisión política".
"Lo que está absolutamente claro es que nosotros no podríamos apoyar ninguna quita que implicara bonos griegos en poder del BCE. Es imposible por razones legales", dijo el directivo.
Ya antes de que se conociera la victoria del partido de Alexis Tsipras el domingo en Grecia, el BCE insistió en pedir a Atenas que continúe por la vía de las reformas.
La misma postura defendió la noche del domingo el banco central alemán poco después de que se conocieran los resultados de la elección.
"Está claro que Grecia seguirá dependiendo de recibir el apoyo de un programa de ayuda", dijo el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, en la cadena ARD. "Naturalmente, eso significa que el programa sólo puede darse si se cumplen los compromisos acordados".
Weidmann confió en que "el nuevo gobierno griego no haga promesas ilusorias que el país no puede cumplir" y pidió que las finanzas públicas helenas busquen ser sostenibles a largo plazo. "Mientras eso no ocurra, una quita de deuda sólo daría un respiro pasajero", señaló.