Draghi hace historia: BCE comprará deuda pública a gran escala

Draghi hace historia: BCE comprará deuda pública a gran escala

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, pasó hoy a los anales de la historia al anunciar su polémico programa de compra de deuda pública a gran escala, que se sumará a la compra de deuda privada y que supondrá una inversión conjunta de 1,14 billones de euros hasta septiembre de 2016.

Es la primera vez en la historia del guardián del euro en la que el Consejo de Gobierno aprueba un programa de compra de deuda estatal a gran escala, conocido como flexibilización cuantitativa o Quantitative Easing (QE) y que servirá para luchar contra el riesgo de deflación en la eurozona y reactivar la economía.

En concreto, el BCE llevará a cabo una "compra combinada" de deuda pública y privada por valor de 60,000 millones de euros al mes en los mercados secundarios. Serán bonos emitidos por los Estados de la zona euro y por agencias e instituciones europeas, así como cédulas hipotecarias (covered bonds) y valores respaldados por activos (ABS, por sus siglas en inglés), es decir, paquetes que agrupan préstamos como créditos a empresas o créditos de automóvil.

"El BCE comprará deuda por valor de 60,000 millones de euros al mes, comenzando en marzo y estará en vigor hasta al menos septiembre de 2016", anunció Draghi durante la tradicional rueda de prensa posterior a la reunión sobre política monetaria del Consejo de Gobierno del BCE.

"En cualquier caso continuará hasta que veamos un ajuste sostenible en el ritmo de inflación en línea con nuestro objetivo de contar con una inflación cercana pero por debajo del dos por ciento", explicó.

La tasa de inflación anual en la zona euro fue negativa el pasado diciembre por primera vez desde la crisis económica de 2009. El BCE lleva meses intentando corregir sin éxito esta tendencia a la baja.

Dragui detalló que las compras de deuda, con un vencimiento de dos a treinta años, tendrá límites: el BCE no podrá comprar más del 25 por ciento de una emisión y no acumulará más del 33 por ciento de un solo emisor de deuda.

Además, sólo comprarán bonos de grado de inversión en el mercado secundario, por lo que la deuda griega se queda fuera de momento. Cada banco central comprará deuda en su país, en tanto que el BCE, por su parte, adquirirá un 8 por ciento del total.

Respecto al punto que más preocupa a Alemania, Draghi aclaró que el 20 por ciento de las compras serán objeto de distribución de pérdidas -la deuda adquirida a las instituciones europeas (12 por ciento del total) y el 8 por ciento que adquiera el BCE-, es decir, que habrá una mutualización del riesgo al 20 por ciento, con lo que el 80 por ciento del riesgo de impago lo asumirá en solitario el banco central que lo adquiera.

"No queremos abandonar el principio de compartir todos los riesgos. Pero también queremos mitigar los preocupaciones de muchos actores", explicó Draghi que calificó de "fundamental" esta mutualización para conseguir que las decisiones tengan efectividad.

Asimismo, respecto a las posiciones de los miembros del consejo de gobierno, Draghi reconoció que no hubo "unanimidad", pero sí "una gran mayoría".

El italiano aseguró que hubo "unanimidad en que las compras de deuda son una herramienta de política monetaria. Hubo una larga mayoría a favor de activar estas medidas ahora, tanto que no tuvimos que votar", bromeó. "Y hubo consenso en la mutualización del riesgo al 20 por ciento".

El presidente del BCE no duda de que estas medidas serán "efectivas" y lograrán aumentar las expectativas de inflación, al mismo tiempo que logran un "reequilibrio" de las carteras, sustituyen bonos por efectivo e incentivan a los bancos a prestar dinero a hogares y empresas.

Muchos economistas críticos con este programa de compra de deuda temen que sólo se esté comprando tiempo y que sirva para que los países endeudados se relajen y abandonen la senda de las reformas y de la austeridad.

En base a esto, Draghi recordó que para lograr sentar las bases del crecimiento son necesarias las reformas estructurales, en especial en el ámbito del mercado laboral y de productos. "Es esencial que las reformas estructurales se hagan de manera fácil, rápida y creíble".

En cuanto a las inyecciones de crédito barato, conocidas como operaciones de liquidez a largo plazo (LTRO, en sus siglas en inglés), el BCE decidió hoy cambiar el precio de las seis subastas que quedan aún, de tal manera que la tasa de interés sea la misma que la de las principales operaciones del eurosistema, actualmente en el mínimo histórico de 0.,05 por ciento, que el BCE decidió mantener hoy. Esto quiere decir que la tasa que regía hasta ahora se reduciría en diez puntos básicos.

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