La feria está llena de conceptos e instrumentos para diferentes escenario y precios, pero lo que está claro es que la cooperación entre los fabricantes de automóviles y el sector de la electrónica es cada vez más estrecha.
La firma automotriz Hyundai, por ejemplo, mostró en Las Vegas cómo se pueden controlar sus coches tocando una pantalla gracias al sistema operativo Android Wear de Google. No es que sólo se pueda abrir y cerrar el vehículo, sino que con el reloj inteligente se accede al centro neurálgico del vehículo, lo que permite incluso encender y apagar el motor. También conduce al piloto al estacionamiento y enciende los faros cuando es necesario.
BMW demostró en el CES las ventajas de la digitalización animando a estrellar un BMW i3 con motor eléctrico contra una imitación de un muro de hormigón. Aunque se pise a fondo el acelerador, el vehículo no responde ya que gracias a sus sensores y a la tecnología "ActiveAssist" se frena frente a un obstáculo. Para la medición del entorno, el i3 utiliza entre otras cosas varios escáneres láser.
El fabricante alemán aún va más allá y trabaja, como Audi, en un vehículo que busca por sí solo plaza en un estacionamiento. La orden puede darse por ejemplo con un botón o tocando la pantalla de un ordenador. En el deportivo eléctrico i8, BMW prevé incluso cambiar la llave por una pantalla táctil de 2.2 pulgadas en la que, entre otras cosas, se puede ver la autonomía restante.
La principal novedad del cockpit en el CES de este año fue, sin embargo, la dirección por gestos, para la que no hay ni que tocar una pantalla.
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Volkswagen llevó a Las Vegas el prototipo Golf R Touch, en el que todos los botones e instrumentos del cuadro de mandos se sustituyen por tres grandes pantallas táctiles que también reconocen gestos. De este modo, con el movimiento de una mano se puede abrir o cerrar el techo panorámico.
Según los dedos que se usen para tocar una pantalla se regula el volumen de la radio y de la voz del navegador.
El especialista en cartografía Nvidia presentó en el CES una especie de supercomputadora para el auto. El sistema "Nvidia Drive" puede analizar al mismo tiempo informaciones de hasta doce cámaras. El software aprende permanentemente a reconocer objetos y puede por ejemplo diferenciar entre peatones y ciclistas. También aprende de sus propios errores.
El fabricante francés Parrot tiene la meta de transformar los coches "tontos" de hoy en día en inteligentes. El aparato para lograrlo tiene el poco atractivo nombre de RNB 6, pero podría revolucionar el mercado de los componentes.
Funciona con el sistema operativo Android de Google y tanto con las plataformas Android Auto como con Apple CarPlay para iPhones, aunque aún no hay una cooperación oficial entre Apple y Parrot.
El aparato de Parrot permite estudiar los datos del coche a través de numerosas conexiones y usar una cámara a bordo que analiza el tráfico y los márgenes de la carretera.
Cuenta con una pantalla táctil HD, conectividad Bluetooth 4.0 y WiFi y entrada de video. Dispone de almacenamiento interno para audio y video, entrada para radio satelital y apoya la radio FM/AM.
Pese a que los sistemas de infotainment son cada vez más baratos y así se usan en más modelos, apenas hay soluciones de amplio alcance, por lo que el potencial es grande para Parrot y otras firmas. Aún no hay detalles del precio del RNB 6 ni de su llegada al mercado.