Eon agregó que también planea vender sus subsidiarias en España y Portugal por 2,500 millones de euros (3,200 millones de dólares) al grupo de banca de inversión australiano Macquarie y que estudia retirarse del mercado italiano.
El gigante energético alemán quiere escindirse en dos empresas. Una de ellas, que llevará por nombre Eon SE y empleará a unas 40,000 personas, pondrá el foco en las fuentes regenerativas, las redes de energía y las soluciones para los clientes.
Las áreas de negocio de energía atómica, carbón y gas, que antaño constituían el principal negocio de la empresa, serán aglutinadas junto con los sectores de comercio de energía, exploración y producción y llevadas a la Bolsa. La nueva firma tendrá unos 20,000 empleados.
"Las transformaciones drásticas de los mercados globales de energía, las innovaciones técnicas y las crecientes expectativas de los clientes demandan un comienzo nuevo y valeroso. El modelo de negocio actual de Eon no está más a la altura de los desafíos, por ello queremos cambiar de forma radical", señaló el consejero delegado de la empresa, Johannes Teyssen.
Según la empresa, la reorientación no afectará a la plantilla, que ya fue reducida en años pasados en más de 10,000 puestos.
La escisión será llevada a cabo en el ejercicio 2016 después de recibir el visto bueno de la asamblea de accionistas.
Eon acumula pérdidas de 31,000 millones de euros debido a una política expansionista en el pasado y a la decisión de Alemania de acabar gradualmente con la energía atómica tras el desastre de la central nuclear japonesa de Fukushima en 2011.
Además, el negocio clásico de generación de energía arroja márgenes de ganancia cada vez menores debido al aumento de las energías eólica y solar.