El Banco Mundial publicó hoy un informe titulado "Desigualdad en una América Latina con menor crecimiento", en el que pronostica que América Latina y el Caribe tendrán este año una tasa promedio de crecimiento del 1.2 por ciento con un repunte del 2.2 por ciento en 2015, lejos de "los años dorados" previos a la crisis mundial en que tenía un crecimiento de entre el 4 y el 5 por ciento.
"La desaceleración de América Latina y el Caribe es importante pero no es un colapso", dijo en rueda de prensa Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para América Latina.
El organismo que preside el coreano Jim Yong Kim calcula que "el nuevo normal" para la región en su conjunto será una tasa promedio de crecimiento del 3 por ciento.
"No vamos a llegar a la tasa de crecimiento de la última década. Esto estuvo influido por factores que no se van a repetir", añadió el economista jefe del Banco Mundial para América Latina. De la Torre recordó que la desaceleración está afectando a los países emergentes, no sólo a América Latina.
El Banco Mundial recuerda en su informe que durante la reciente bonanza de las materias primas, la región demostró que "el crecimiento podría favorecer a los pobres y estimular un enorme progreso social".
"Durante esos años de oro, la región logró reducir la pobreza extrema a la mitad al 12 por ciento en 2012 y duplicar las filas de la clase media a un 34 por ciento de la población en 2012", recuerda el informe.
Entre los países que más redujeron la desigualdad destacan, según De la Torre, Brasil, Chile y Ecuador y, entre los que se redujo menos, Guatemala y México.
"Si bien en la región como un todo, la desigualdad cayó, no nos olvidemos que cayó de niveles muy altos. La región sigue siendo una región muy desigual comparada con el resto del mundo", recordó el economista jefe del Banco Mundial para América Latina, quien dijo que "éste es el comienzo de un logro social que la región quisiera mantener".
De la Torre señaló que informes como el que ha presentado hoy el Banco Mundial tratan de entender "qué está detrás de la reducción de la desigualdad y cómo conseguir esta combinación casi virtuosa entre crecimiento vigoroso y equidad social".
De la Torre consideró "una buena noticia" que en términos de equidad "la América Latina de hoy no es la América Latina de los años 80 y 90".
"Por primera vez en la historia reciente, la región ya no está siguiendo un ciclo de bonanzas y crisis del tipo que acostumbraba a generar un retroceso económico de muchos años, perjudicando a los más pobres", añadió de la Torre, quien consideró que ahora la región está mejor preparada y tiene un mayor margen de maniobra para lidiar con un menor crecimiento que en años anteriores.
Con la desaceleración y para evitar poner en peligro los avances sociales de la última década, "se requiere de prudencia y un agenda de reformas vigorosas orientadas al crecimiento con equidad", según De la Torre.
El economista jefe del Banco Mundial para América Latina señaló que "es importante proteger el nivel de empleo en el corto plazo pero sin sacrificar los fundamentos de crecimiento a largo plazo" y consideró que "hay que evitar la tentación del camino fácil del sobreendeudamiento".
El Banco Mundial considera que "el empleo y una educación de calidad para todos son claves para mantener las conquistas sociales".
Por eso, recomienda que "para mantener la senda de crecimiento pro-pobre de la última década, las reformas orientadas a la productividad deben complementarse con políticas que incrementen la calidad y cobertura de la educación en consonancia con la creciente demanda de mano de obra calificada".
"El crecimiento con equidad en el largo plazo no será posible sin el acceso a educación de calidad para todos, independientemente de la familia donde has nacido", concluyó De la Torre.