Sin embargo, Australia no puede tomar esta decisión en solitario, por lo que tendrá que convencer al os jefes de Estado y gobierno participantes, dijo el ministro de Comercio australiano, Andrew Robb, a la emisora ABC.
La ministra de Exteriores australiana, Julie Bishop, y el ministro de Defensa del país David Johnston, comenzarán su campaña en ese sentido en la inminente cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) del jueves y viernes en Gales, dijo Robb.
"Creo que la gente cada vez más está más preocupado por su presencia", añadió.
Ya el lunes, el primer ministro australiano, Tony Abbott, anunció que Australia ampliaba sus sanciones contra Rusia, conforme a lo dispuesto por la Unión Europea (UE).
Las nuevas medidas incluyen el cese de la exportación de mineral y servicios energéticos a Rusia, de las transacciones financieras que implican a los bancos estatales y la prohibición de viajar a su territorio a 63 funcionarios y empresarios más vinculados a Putin.
Robb dijo que las sanciones pretendenemostrar las graves consecuencias de que "Rusia siga violando la ley internacional y continúe colocando agresivamente tropas en Ucrania".
Australia endureció su postura respecto a Rusia después de que un avión de Malaysia Airlines con 298 personas a bordo, entre ellos 38 australianos, fuera derribado el 17 de julio al sobrevolar el este de Ucrania.
Australia envió expertos y efectivos policiales a Ucrania como parte de una misión liderada por Holanda para recuperar los restos de las víctimas, pero el conflicto dificultó su trabajo.
El gobierno de Abbott pidió una investigación internacional sobre el accidente del vuelo MH17 y acusó a Putin de bloquear el acceso a lugar del accidente.
El pasado viernes los primeros cadáveres de víctimas australianas recuperados e identificados fueron repatriados al país para su sepultura.
Se espera que la OTAN debata su respuesta a la situación en Ucrania durante la cumbre del jueves en Newport, en Gales.