"Estamos de acuerdo con todos los reclamos pero lamentablemente en este momento, por la situación económica que vive el país, no compartimos el paro", dijo Fernández, tras una reunión del consejo directivo de la UTA.
El gremialista pidió "la unidad del movimiento obrero" y "limar asperezas" entre todos los sectores, a la vez que negó que la decisión de la UTA se deba a algún acuerdo secreto con el gobierno, tal como sugirieron los sindicatos que impulsan la huelga.
"El gobierno debe atender los reclamos gremiales, por lo que a partir del viernes es preciso reunirnos y limar asperezas entre todos", puntualizó Fernández.
La huelga fue convocada la semana pasada por sectores opositores al gobierno en protesta por la caída de los salarios y contra el aumento de las suspensiones, los despidos y la inflación, entre otros motivos. También reclama un cambio en el impuesto a las ganancias que afecta los ingresos de los trabajadores.
El gobierno nacional advirtió que la realización de piquetes (cortes de calles) durante la huelga expresan la "propia debilidad" de los gremios que organizan la medida de fuerza, mientras que desde el sindicalismo opositor reconocieron que "tal vez haya miles" de cortes.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó que "los movimientos de carácter político o sindical que pretendan tomar medidas de acción directa, como por ejemplo interrupción de vías de tránsito" pondrán "de manifiesto su propia debilidad".
El jefe de la fracción disidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, dijo que no pueden evitar que haya cortes de rutas y calles.
"No debe dejarse extorsionar ningún trabajador con voluntad de poder concurrir a sus lugares de trabajo", dijo Capitanich.
Debido a la adhesión de distintos sectores, el jueves no habrá aviones, trenes, recolección de residuos, estaciones de servicio, partidos de fútbol, ni funcionarán los puertos.