El Proceso Bonderite Flex, implementado por Ford y Chrysler en determinados programas de sus líneas de vehículos 2013 - incluyendo las pick-ups Ford F- 150 y los autos el Dodge Charger, Dodge Challenger y el Chrysler 300 -, permite integrar mayores porcentajes de aluminio en las unidades.
Antes de que se aplicara esta tecnología, el límite de contenido de aluminio en un vehículo era tan sólo del 25 por ciento debido a la calidad del recubrimiento, la inestabilidad en el proceso de bañado y a la alta generación de lodo. El Proceso Bonderite Flex elimina estas barreras permitiendo un incremento significativo en el contenido de aluminio – ahora alcanza un 85%. La aplicación del proceso proporciona una mejor protección contra la corrosión y reduce hasta en dos terceras partes la acumulación de residuos de lodo. A su vez, esto se traduce en significativos beneficios medioambientales, tanto en el proceso de fabricación como en el producto terminado.
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“El Proceso Flex es un hito en la introducción de materiales más ligeros como el aluminio", declaró Chuck Evans, Vicepresidente Corporativo del Grupo Automotriz Henkel para América del Norte. “La tecnología se ocupa de los desafíos inherentes a la fabricación, al tiempo que mejora la eficiencia del combustible y reduce el impacto ambiental”, agregó.
Anteriormente Henkel ya se había hecho acreedor al premio PACE en sus ediciones 2009, 2010 y 2011.
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