En la inauguración del Salón del Automóvil hoy en Pekín, los presidentes de las grandes empresas del sector de todo el mundo se mostraron convencidos de que el boom en China, el mayor mercado mundial, continuará. "El riesgo de no estar aquí hoy es mayor que el peligro de estar", dijo el presidente de Audi, Rubert Stadler.
También el jefe de Daimler, Dieter Zetsche, descartó cualquier temor. La consecuencia sería que nosotros venderíamos menos coches y no creo que eso sea una buena idea", dijo. En términos similares se pronunció el responsable en China de Volkswagen, Jochem Heizmann: "La pregunta más bien sería: ¿Cómo podemos lidiar con las posibilidades y los riesgos en China?". Y el presidente del consejo de administración de BMW, Ian Robertson, señaló que la marca de alta gama busca "un equilibrio entre los riesgos y la posibilidades". Y apostilló: "Nosotros no ponemos todos los huevos en una misma cesta", agregó.
En el Salón del Automóvil en Pekín, que se ha convertido en la meca de los fabricantes dejando en la sombra a Detroit, Ginebra y Frankfurt, más de 2,000 expositores de 14 países luchan por abrirse paso en un mercado que supone miles de millones.
En primicia mundial, Daimler y su socio chino BYD (Build Your Dreams) presentaron hoy el vehículo electrónico que han desarrollado de forma conjunta: Denza, un utilitario de cinco puertas que tiene una autonomía de hasta 300 kilómetros. Costará 369,000 yuanes (42,800 euros/59,000 dólares). Pero con las subvenciones chinas, el precio puede llegar a situarse por debajo de los 30,000 euros. Además, se perfilan menos restricciones para su matriculación en ciudades con limitaciones como Pekín o Shanghai.
El concepto de vehículo para lujosos sueños de futuro lo presentó BMW con el "Vision Future Luxury", que en la prensa especializada se describe como el "BMW serie 9" y que también apunta al mercado chino. "En China son importantes los coches grandes", dijo a dpa el presidente de BMW, Robertson. Uno de cada dos BMW Serie 7 se vende en China, agregó el ejecutivo, que anunció además que aumentarán la capacidad en el gigante asiático a "medio plazo" de 300,000 a 400,000 vehículos.
El fuerte crecimiento en China da alas además al negocio de los fabricantes de coches de todo el mundo. Sin embargo el presidente de Daimler Zetsche fue mucho más cauteloso que hasta ahora sobre la evolución del mercado internacional del automóvil.
No cambia sus pronósticos de un "crecimiento de entre el cuatro y el cinco por ciento", pero "rondará más el cuatro que el cinco". La tensión con Rusia por la crisis en Ucrania ha repercutido por ahora en los fabricantes sólo por la devaluación de la divisa rusa.
La expansión en China podría ser el golpe definitivo que necesita la tradicional marca sueca Volvo para dejar atrás el estancamiento en sus ventas que dura ya dos décadas. Cuando se cumplen cuatro años desde que el fabricante chino Geely se hiciese con la empresa, China pasaría este año a ser el mercado más importante de la casa sueca, desbancando de este ranking a Estados Unidos.
Para este año, el presidente de la compañía, Håkan Samuelsson, tiene previsto vender más de 450,000 coches, lo que supondría un crecimiento en todo el mundo del cinco por ciento. "Estamos en el buen camino", dijo Samuelsson a dpa. Este año en China se esperan vender al menos 80,000 vehículos, tras los 61,000 que se vendieron el año pasado.
Al igual que BMW, Volvo quiere abrir este año un nuevo concesionario cada semana. El grupo Volkswagen, líder en el mercado en China, espera vender este año en el país más de 3.5 millones de coches, y casi a diario un nuevo centro de venta abre sus puertas.