La conducción de día con esta luz específica puede reducir hasta en un 5 por ciento los accidentes en carretera y en un 8 por ciento en ciudad, según Hella, fabricante global de sistema de iluminación para el automóvil.
Todos los vehículos nuevos, sean del tipo que sean, deberán estar equipados con luces diurnas (DRL, daytime running lamp) que se accionen de manera automática al encender el motor, garantizando una mayor visibilidad, especialmente con la llegada de la próxima estación otoñal.
Por ello, para cumplir la máxima de "ver y ser vistos" e incrementar la seguridad al volante, el fabricante recomienda dotar con este sistema los autobuses y camiones de más edad con luces diurnas, de modo que puedan mejorar su seguridad.
Según esta compañía, el uso de la luz de cruce para mejorar la percepción del vehículo durante el día debe ser un "recurso temporal", ya que la visibilidad del coche por parte de otros conductores sólo puede ser contrarrestada con sistemas de iluminación diurna específicos.
La diferencia fundamental entre la luz de cruce y la iluminación diurna estriba en que la primera tiene como función principal aportar buena visibilidad de noche, por lo que su haz de luz es diferente y se dirige de forma distinta a la calzada, es decir, tiene como objetivo alumbrar la zona situada delante del vehículo.
La iluminación diurna de tecnología LED (diodos) es una luz más brillante, con un haz de luz cónico más elevado, que mejora la percepción de los vehículos.
Estos sistemas están diseñados para tener un consumo mínimo de energía y combustible, así como una vida útil de más de 10,000 horas.