Los aranceles impuestos por Estados Unidos a vehículos, camionetas y autopartes perjudican significativamente a la industria automotriz de América del Norte. Afectan directamente a los consumidores estadounidenses, así como las inversiones y los empleos en los tres países.
La competitividad automotriz de la región se ha logrado en tres décadas de integración, y estos aranceles atentan contra ésta.
En tiempos de incertidumbre global, América del Norte debe fortalecerse, no debilitarse.
Mantenemos estrecha coordinación con nuestras contrapartes estadounidenses y canadienses, con quienes compartimos el compromiso por preservar la competitividad y la integración de la región.
Seguimos en espera de conocer a detalle las disposiciones legales y operativas que se publiquen para la implementación de las medidas anunciadas.
Como industria, reafirmamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de la región a través de la profundización de las sólidas cadenas de suministro que hemos desarrollado los últimos treinta años.
Expresamos nuestro respaldo al Gobierno de México en las negociaciones para salvaguardar los intereses de la industria automotriz mexicana y de los millones de empleos que de ella dependen.
Las asociaciones de la industria continuaremos pendientes del diálogo entre nuestros gobiernos y de los avances que se logren.