En particular, países como México podrían ver comprometida la previsibilidad de sus operaciones comerciales al extranjero debido a los desafíos logísticos y económicos que plantean nuevos escenarios internacionales.
En este contexto, Héctor Rodríguez, Senior Director de Asset Management & Business Excellence LATAM en CHEP, señaló: "El futuro logístico no es una opción, sino una condición indispensable para sobrevivir y prosperar. Las cadenas de suministro deben volverse más rápidas, inteligentes y sostenibles. En este entorno global, podríamos decir que la clave es anticiparse". Ante estos retos, la capacidad de adaptarse rápidamente se ha vuelto esencial para mantener la competitividad de las empresas.
Este cambio en el panorama global las impulsa a abandonar los modelos estáticos y a adoptar enfoques más dinámicos, basados en datos y previsión. Las decisiones logísticas ya no pueden depender únicamente de la intuición; la agilidad y la capacidad de anticipación se han convertido en factores clave para el éxito en un mundo comercial cada vez más impredecible.
Trazabilidad: El ADN de la cadena de suministros
En este nuevo escenario, la trazabilidad se ha consolidado como un elemento esencial de la cadena de suministro. No se trata solo de un complemento, sino de un principio fundamental que permite a las empresas anticiparse a imprevistos y reaccionar de manera proactiva a los cambios en el entorno global. La trazabilidad ofrece una visibilidad completa de los procesos logísticos, lo que facilita la toma de decisiones informadas, la mejora de la eficiencia operativa y la reducción de costos.
"La trazabilidad no es solo un complemento, es el ADN de una cadena de suministro moderna, rentable y sostenible. Con ella, anticipamos el futuro en lugar de reaccionar al pasado, impulsando una distribución eficiente que beneficiará a los consumidores", informó Héctor Rodríguez.
La capacidad de monitorear y rastrear productos a lo largo de toda la cadena de suministro también permite reducir los riesgos y mejorar la transparencia, lo que resulta crucial en un contexto de mayores barreras comerciales y estrictas normativas.
La Sostenibilidad: Un factor clave para el futuro de la cadena de suministro
La sostenibilidad ha dejado de ser una preocupación secundaria para convertirse en un pilar central de la logística moderna. Las cadenas de suministro tradicionales, caracterizadas por altos niveles de emisiones de CO2, residuos y contaminación, son una de las principales fuentes de impacto ambiental a nivel global. Según datos de la ONU, en 2022, la actividad industrial generó más de 37 mil millones de toneladas métricas de CO2, lo que subraya la urgencia de transformar las operaciones logísticas hacia modelos más sostenibles.
Además, se estima que hasta el 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero de una empresa provienen de las operaciones de su cadena de suministro. Ante este panorama, la transición hacia un modelo de economía circular se presenta como una solución clave. Este modelo busca mantener los recursos en uso el mayor tiempo posible, reduciendo el desperdicio y mejorando la eficiencia en todas las etapas de producción y distribución.
El modelo de economía circular no solo ofrece beneficios medioambientales, sino que también puede generar ventajas económicas y sociales. Un informe de EY destaca que el 93% de las 250 empresas más grandes del mundo ya han implementado programas de sostenibilidad, lo que refleja un compromiso global hacia la creación de cadenas de suministro más responsables. Este enfoque no solo responde a las expectativas regulatorias y de los consumidores, sino que también fomenta un cambio significativo en la estructura económica. Adoptar prácticas sostenibles no solo ayuda a reducir los costos operativos a largo plazo, sino que también mejora la competitividad al abrir acceso a mercados más verdes y atraer a clientes conscientes del medio ambiente.
Adaptarse o quedar atrás
El futuro de la cadena de suministro, en un contexto global de desafíos, dependerá en gran medida de la capacidad de las empresas para adaptarse a un entorno cambiante y anticiparse a nuevas regulaciones, y las políticas medioambientales más estrictas. Aquellas que logren integrar la trazabilidad y la sostenibilidad en su modelo logístico no solo estarán mejor preparadas para enfrentar la incertidumbre, sino que también tendrán la ventaja de liderar el camino hacia un futuro más eficiente, además de acceder a mercados con políticas más exigentes en estos ámbitos.
En este nuevo escenario, la agilidad y la capacidad de anticiparse serán cruciales para prosperar en un mercado cada vez más globalizado y dinámico. Las empresas que no se adapten rápidamente a estos cambios corren el riesgo de quedarse atrás, mientras que aquellas que implementen soluciones innovadoras y sostenibles en sus operaciones estarán mejor posicionadas para liderar el futuro del comercio global.